Pueblo pequeño, infierno grande: el adagio popular que se cumplió en El Espinal después del primer positivo de coronavirus
La tranquila y sofocante cuarentena que llevaba el municipio de El Espinal se vio alterada ayer (jueves), después de las 4:00 de la tarde, cuando se confirmó el primer caso positivo de COVID-19.
El infectado es un comerciante de 44 años, quien viajó recientemente a Corabastos, en Bogotá, a comprar unos alimentos que comercializó en la región. Allí, aparentemente, habría adquirido el virus. (Ver: A 16 sube el número de personas infectadas con coronavirus en el Tolima, es el primero detectado en El Espinal)
Una vez se hizo pública la información, en El Espinal, una población de cerca de 80.000 habitantes, se produjo una histeria colectiva y en menos de media hora ya se sabía quién era el paciente y dónde vivía.
“La gente estaba como loca: propusieron hacer guardia para no dejarlos salir de la casa”, dijo un funcionario de la Alcaldía de El Espinal, quien pidió mantener su nombre en reserva.
En este mismo pánico colectivo, pasó otra situación impensada. Varios profesionales de la salud renunciaron a sus cargos, entre ellos, la persona encargada de realizar las pruebas de coronavirus, quien se negó a asistir a la casa del infectado a tomarles las muestras a los demás integrantes de esa familia.
“Dijo que no iba y que prefería renunciar. El director de Salud Pública, Juan Carlos Leal, tuvo que hacerles las pruebas”, reveló la misma fuente.
Hasta se inventaron que el paciente se había suicidado
En la noche, cuando se pensaba que la intranquilidad se había superado, pasó lo peor: a través de Facebook y cadenas de WhatsApp dijeron que el paciente se había suicidado, supuestamente por el diagnóstico positivo y los señalamientos de sus paisanos.
Los audios que circularon sonaban tan convincentes que algunas emisoras de Ibagué le dieron credibilidad al preocupante chisme.
Debido a la difícil situación, el alcalde de El Espinal, Juan Carlos Tamayo, hizo un llamado a la solidaridad y al respeto.
“Prudencia y solidaridad para con el paciente que contrajo el COVID-19. Además, respeto a su familia. Un espinaluno, que en razón de su trabajo (comerciante de frutas y verduras) viajó a Bogotá para abastecer de alimentos a nuestra población contrayendo la enfermedad. Redoblaremos esfuerzos y se adoptarán medidas más restrictivas para impedir el contagio. Ahora el cuidado de la salud es responsabilidad de cada uno en nuestros hogares”, escribió Tamayo en sus redes sociales.