
Hurtado suma otra traición: ahora en el partido de la U
La ‘luna de miel’ de las familias Yepes y Hurtado llegó a su final, justo cuando comienzan las campañas legislativas.

Escrito por: Luis Eduardo González
Compartir en
En la política tolimense, pocas alianzas han sido tan simbólicas –y, a la vez, tan frágiles– como la que en su momento construyeron Andrés Hurtado y Jaime Yepes. Pero esa relación ha llegado a su fin. La ambición de Hurtado por mantener el control de la maquinaria política en el departamento, sumada a su decisión de impulsar a su hermana Carolina Hurtado como candidata a la Cámara de Representantes, ha provocado una ruptura definitiva con el exrepresentante Yepes y su esposa, la diputada Yully Porras.
Lo que parecía un pacto sólido, tejía en realidad un juego de poder que se desmorona. Hurtado, cada vez más aislado, ha optado por un camino de apropiación política sin concesiones, donde antiguos aliados como la congresista Olga Beatriz González y el diputado Felipe Ferro también han quedado al margen. (Ver: Crisis en el partido Liberal del Tolima: entre traiciones y ambiciones personales)
“Él necesitaba tener un partido para respaldar la candidatura de su hermana, la suya y después negociar avales en todo el Tolima. Intentó quedarse con Cambio Radical, pero se le atravesó Juan Guillermo Beltrán. Por eso tuvo que acudir a Jaime Yepes y la diputada Yully Porras, ellos le entregaron el partido de la U, y ahora los está sacando de taquito y sonsacando a sus líderes en todos los municipios. Hurtado solo piensa en él y en sus parientes”, dijo un integrante del partido de la U, quien aceptó entregar su versión de los hechos con la condición del anonimato.
La traición como estrategia
El proyecto político de Hurtado no solo implicaba consolidar el control del Partido de la U. Según fuentes cercanas a la familia Yepes, su intención iba más allá: socavar las bases de sus exaliados. Particularmente, ha sido evidente su confrontación con la diputada Yully Porras, a quien ha intentado desprestigiar en medios de comunicación, bajo la acusación de ser “barretista” y cercana a la gobernadora del Tolima, Adriana Matiz.
“Ese evento requiere un apoyo logístico de la Gobernación del Tolima y de la Alcaldía de Ibagué, pero Hurtado se opuso. Él sostiene que a Matiz no hay que visibilizarla más ni en el Tolima ni el país, por eso se enojó y habría mandado a atacar a Yully con con portal nuevo (El Radar) que sería del periodista Juan David Ortiz, el nuevo estratega de Andrés”, narró la misma fuente, quien es cercano a las familias Yepes y Hurtado.
La tensión escaló al punto de que el pasado fin de semana, durante una reunión política en Chaparral, organizada por líderes de la familia Yepes Porras, ni Jaime Yepes ni Yully Porras hicieron acto de presencia. En contraste, sí asistieron Andrés y Carolina Hurtado, en una demostración clara de que los puentes están rotos.
Cosechando soledad
“Hurtado le ha sonsacado líderes a Olga Beatriz González y ahora también a Yully Porras. Él está yendo a los municipios para reclutar a excandidatos a las alcaldías, exconcejales y exalcaldes, los ‘negocia’ directamente, sin intermediarios políticos. Eso tiene molestos a todos los aliados. Ese ha sido el patrón de conducta de Hurtado: traicionar a los que en algún momento le sirvieron, como hizo con Barreto (Óscar) después de llevarlo a la Alcaldía de Ibagué”, dijo la misma fuente.
El método de Hurtado es claro: concentración total del poder, con el mínimo de intermediarios. Pero esa estrategia ha terminado por erosionar su red de apoyos. Después de la alcaldesa Johana Aranda, Porras era una de sus últimas escuderas en el ámbito político. Ahora, incluso esa alianza parece historia.
EL OLFATO intentó obtener la versión de Jaime Yepes y Yully Porras, pero ambos declinaron conceder entrevistas. Lo que sí se confirmó a través de una persona cercana a los Yepes es que hay un distanciamiento evidente y que ambos han solicitado una cita con Dilia Francisca Toro, líder nacional del partido de la U, para informarle sobre las actuaciones de Hurtado y pedir su intervención.
La guerra digital
Uno de los episodios más turbios en esta confrontación se dio en el plano mediático. En el portal El Radar, una publicación cuestionó la lealtad de Yully Porras, mostrándola junto al diputado barretista Giovanni Molina en un evento en Barranquilla. Esa misma actividad contó con la presencia del entonces jefe de prensa de la Alcaldía de Ibagué, Juan David Ortiz, figura cada vez más cercana al entorno de Hurtado.
La publicación fue interpretada como un ataque directo, orquestado desde las entrañas del hurtadismo. Porras interpuso una denuncia penal por injuria y calumnia, notificó personalmente a Hurtado, y, de forma súbita, la nota fue eliminada del portal.
EL OLFATO contactó al periodista Juan David Ortiz, exjefe de prensa de la Alcaldía de Ibagué y ahora estratega del exalcalde Andrés Hurtado.
Ortiz negó ser el autor de la publicación en contra de la diputada Porras y aseguró que tampoco es el propietario del portal anónimo El Radar.
"Rechazo categóricamente cualquier intento por relacionarme con acciones que busquen desprestigiar a una mujer a la que respeto y admiro por su trayectoria política. No tengo, ni he tenido, vínculo alguno con pasquines digitales que publicaron dichas notas, ni como propietario, ni como periodista, ni como colaborador. Cualquier insinuación en ese sentido carece de fundamento y resulta profundamente injusta", expresó el comunicador.
Una estructura en caída libre
En su obsesión por el poder, Andrés Hurtado ha terminado erosionando su propia estructura política. Con cada ruptura, se ensancha la distancia entre su ambición personal y la realidad política del Tolima. El control del Partido de la U, que parecía una victoria táctica, podría convertirse en una bomba de tiempo si continúan las fracturas internas. (Ver: Hurtado ahora es de la U, el cuarto partido de su carrera política)
En los últimos 12 años, Hurtado ha sido Liberal, Conservador 'barretista', pasó pocos meses por el partido Cambio Radical, intentó escalar los cuadros directivos del Centro Democrático y aterrizó en la U, partido del que se apropió... por ahora.