Hurtado buscaría ser reelegido en cuerpo ajeno: La Alcaldía de Ibagué ya estaría al servicio de Johana Aranda

Andrés Hurtado seguirá siendo fiel a su estilo: de frente, sin prudencia y con las redes sociales saturadas de anuncios y promesas.

A un año de las elecciones regionales, el mandatario ibaguereño apostará todo por mantenerse en el control de la ciudad cuatro años más, pero a través de su candidata Johana Aranda, quien, a su vez, ya recorre los barrios y los medios cercanos a la Administración Municipal presentándose como una candidata independiente.

Hurtado, por su parte, está recomponiendo su gabinete y entregando cuotas políticas a políticos como Álvaro Uribe, Roy Barreras, Olga Beatriz González, Carlos Edward Osorio y Jaime Yepes con el propósito de afinar las maquinarias tradicionales que le permitan el triunfo en las urnas en octubre de 2023.  

No es casual que después del encuentro en Antioquia con Uribe, casualmente, Milton Restrepo, un uribista pura sangre, terminara nombrado Secretario de Gobierno de Ibagué.

Y lo mismo ha ocurrido recientemente con personas cercanas a los dirigentes antes mencionados.

La idea del ‘hurtadismo’ es juntar todas las fuerzas políticas contrarias a Óscar Barreto y, con el alto número de candidatos que se presentarán en las elecciones locales, alcanzar un triunfo con una escasa votación que no supere los 40.000 votos.

Fuentes políticas consultadas por EL OLFATO sostienen que Hurtado, con su criticada gestión, tendría entre 10.000 y 15.000 votos, y ese sería el ‘banderazo’ con el que arrancaría su candidata Johana Aranda. 

Hurtado intentará lo imposible

El mandatario local parece que quiere seguirle los pasos a otros exalcaldes que quisieron perpetuarse en el poder, pero no lo lograron.

Jorge Tulio Rodríguez intentó con su amigo y exasesor Luis H. y no lo pudo convertir en Alcalde de Ibagué en su primera campaña. 

Luego, en 2015, Luis H. Rodríguez quiso elegir a John Esper Toledo y los electores lo castigaron.

Y, el caso más reciente, lo protagonizó Guillermo Alfonso Jaramillo. Él se apartó de sus amigos de toda la vida como Hugo Ernesto Zárrate y se la jugó por el cuestionado ingeniero Alberto Girón, quien al final no alcanzó los votos suficientes y fue derrotado por el barretismo (no Andrés Hurtado).

En conclusión, en la historia reciente de la política local, ningún alcalde en ejercicio ha logrado heredar el mandato, sobre todo, por el desgaste político que traen cuatro años de gobierno. Y ni Jorge Tulio ni Luis H. y, mucho menos Guillermo Alfonso Jaramillo, tuvieron la imagen tan deteriorada en el último año de sus mandatos como se percibe en la actualidad con Andrés Hurtado.

Alcalde al barrio… con promesas electoreras

La estrategia que está en marcha en la Alcaldía de Ibagué se llama: “Alcalde al barrio” y es un viejo truco que ya todos conocen.

Los mandatarios salen a los barrios a prometer esta vida y la otra para que voten por sus candidatos.

Para la muestra este botón: Hurtado estuvo en el barrio Granada, en la comuna 13, y anunció que hará en estos 12 meses más de lo que hizo en los primero tres años de su gobierno.   

“El alcalde Andrés Hurtado se mantuvo receptivo frente a las solicitudes de la comunidad y como parte de esa transformación que le ha dado a la ciudad, se comprometió con la instalación de nuevos ‘Parques Vibra’, dotación deportiva para niños y jóvenes, kits de seguridad, así como intervención en varias vías de este sector”, señala el comunicado de prensa oficial.

“Nosotros no les vamos a traer agua potable, nosotros les vamos a cambiar la vida porque ese es el verdadero propósito de tener agua potable y es por eso que esta comuna no ha podido desarrollarse comercialmente (…) Vamos a realizar también un mantenimiento a la ruta de buses con las cuadrillas y pavimentación en el barrio San Isidro, La Unión, Cerro Granate”, prometió.

También hizo mención al contrato de $25.000 millones que adjudicó el Ibal para culminar el Acueducto Alterno, una obra que ya completa casi 30 años en ejecución.