
Opinión
Un día en los zapatos del otro: Lecciones del Día del Periodista
Rafael González Pardo
Presidente de la Federación Latinoamericana de Facultades de Comunicación Social - Felafacs
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El pasado 8 de febrero acompañé una iniciativa del Concejo Municipal, liderada por su presidente Andrés Camilo Acevedo Barragán, para conmemorar el Día del Periodista en nuestra Ciudad. Para la actividad, se escogieron 19 profesionales de los medios, quienes literalmente se pusieron en los zapatos de quienes hoy ejercen el control sobre la administración municipal.
Mi papel fue presentar la ponencia “Inteligencia artificial: oportunidades y riesgos para el ejercicio del periodismo", que luego serviría como insumo para que los Concejales por un Día debatieran con argumentos a favor y en contra, simulando las tres posturas que pueden asumirse en este recinto: gobierno, independencia y oposición.
Siempre he creído que este tipo de ejercicios de ponerse en los zapatos del otro es necesario, ya que amplia los escenarios de la empatía y la capacidad de comprensión del trabajo ajeno. En una sociedad como la nuestra, tan egoísta e individualista, este podría ser un ejercicio permanente en todas las esferas, pues, lamentablemente, siempre nos resulta más fácil juzgar, señalar y atacar, que comprender.
Volviendo a la jornada, lo primero sobre lo que quise llamar la atención es que este debería ser un ejercicio de doble vía, en el que los concejales también se pusieran en el papel de los periodistas por un día, exponiéndose a cubrir fuentes en donde su integridad está comprometida, realizando un trabajo que en muchas oportunidades es mal pago y, pero lo más triste, ejerciendo una labor que, en gran medida, no es valorada por la sociedad.
En cuanto a mi rol como “ponente”, planteé dos afirmaciones clave para generar reflexiones futuras: “El periodismo va a desaparecer” y “Cualquiera puede ser periodista”.
Sobre la primera afirmación, es importante recordar que la idea de que el periodismo desaparecerá no es nueva. En 2016, la Fundación Gabo recogió la preocupación de un estudiante de periodismo que cuestionaba el futuro de la profesión. A lo largo de la historia, cada nueva tecnología, —como la radio, la televisión o el internet— ha sido vista como una amenaza para el periodismo, especialmente el escrito. Sin embargo, ninguna de estas tecnologías lo ha eliminado, sino que lo ha llevado a una transformación constante, hoy ligada a las tecnologías de la información y la comunicación.
Esta idea de extinción del periodismo también ha sido alimentada por magnates de la tecnología como Elon Musk, quien ha insinuado públicamente que “las profesiones de información están destinadas a ser reemplazadas por inteligencia artificial, pues los robots dominarán casi todas las áreas, y, en un futuro no muy lejano, el periodismo tal como lo conocemos será parte del pasado”.
Sin duda, todas las profesiones enfrentan hoy el desafío de la Inteligencia Artificial. Siempre he dicho que no debemos ni diosificar ni satanizar a la tecnología, sino apropiarla de la mejor manera. En este caso, aunque la IA amenaza con sustituir algunas funciones del periodismo, lo que realmente creo que desaparecerá, son ciertas herramientas tradicionales, pero no la esencia del periodismo, que se basa en la capacidad de proporcionar información veraz y de calidad.
Es claro que la IA no tiene pensamiento crítico, ética profesional ni la capacidad de contrastar la veracidad de la información. De hecho, en algunos entornos de automatización, ha multiplicado la desinformación. Entonces, más allá de ver a la IA como una salvación o una amenaza para el periodismo, lo que sí está claro es que debe ser integrada estratégicamente. Si se utiliza adecuadamente, permitirá a los periodistas hacer mejor su trabajo, aumentando su eficiencia sin sacrificar la calidad ni la ética.
Sobre la segunda afirmación, es importante decir con contundencia que no todo profesional de la comunicación es periodista, y viceversa. En el ámbito académico, hemos visto como se ha ido consolidando un divorcio entre estas disciplinas, lo cual considero es una ruptura sana, incluso para dejara atrás el viejo debate si el periodismo es una profesión o un oficio.
Recuerdo la sección del periodista tolimense Juan Diego Alvira, “El periodista soy yo”, la cual critiqué profundamente, no por la intención de darle voz a los ciudadanos, sino por no dejar claro que una cosa es informar y otra es hacer periodismo. Con todo respeto, no todo el que comunica es periodista, ni cualquier profesional que se pone afrente de un micrófono lo es. Esta es una profesión digna, que merece respeto y cualificación.
Es evidente que hemos pasado de ser transmisores de información a un modelo interaccionista, en el que el consumidor se ha convertido en prosumidor. Más que nunca, todos consumen y producen contenidos, y muchas noticias y titulares se generan a partir de lo que los ciudadanos producen en redes sociales. Pero de nuevo, es no es periodismo. Pero si nos lleva a una reflexión: ¿por qué la gente consume más esos contenidos que los que a veces hacen nuestros medios? Es un tema que debemos analizar.
Finalmente, con estos insumos, el ejercicio se desarrolló de manera solvente y dinámica, dejando algunos que quiero resaltar como propuestas, que en cabeza de nuestra gobernadora — quien es una convencida de la importancia del periodismo para la región—, pueden materializarse:
- Ejecutar la ordenanza 0026 del 11 de noviembre de 2022, aprobada por la Asamblea Departamental del Tolima, que creó la condecoración 'Mérito periodístico Cacica Dulima’, en reconocimiento a las personas y entidades que, con ética y responsabilidad, aportan al desarrollo del ejercicio periodístico en el Departamento”. Es fundamental que esta ordenanza, que reconoce el trabajo de estos profesionales en 17 categorías, comience a implementarse.
- Fortalecer los convenios con universidades para la formación de periodistas. Actualmente, hay un proyecto en curso con la Universidad del Tolima para que puedan acceder a una especialización en comunicación digital, que luego se homologaría con una maestría en comunicación.
- Liderar la creación de una política pública para garantizar el ejercicio digno del periodismo. Hace más de seis años impulsamos un trabajo en esta dirección, en el que diversas organizaciones nos unimos durante más de un año; sin embargo, lamentablemente, la iniciativa no avanzó en el Congreso de la República.
A los periodistas en su día, mi absoluto respeto por su profesión, que día a día se llena de retos y responsabilidades. En sus manos también está el compromiso de trabajar por una mejor sociedad y región.
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