“No nos llames, ¡nosotros te llamamos, cuente con eso!”, el ingeniero del desastre

¿Ibagué tiene problemas? ¡No se preocupen, llamen a el ingeniero que lo causo! Esa fue la brillante propuesta del exalcalde Andrés Fabián Hurtado, quien con sonrisa en rostro y sin sonrojarse soltó en medio de una reunión presuntamente convocada por contratistas de la alcaldía, afirmando que los líos de la ciudad se solucionan con "ingeniería", como si la presunta corrupción, la falta de planeación y el despilfarro fueran simples ecuaciones mal resueltas.

Obviamente es mas que claro, ¿quién mejor que ese ingeniero, para saber cómo no hacer las cosas? Desde luego que quedo mas que claro que si algo sabe Hurtado es cómo ejecutar puentes… imaginarios. El “puente fantasma de la 60” no solo es un monumento a la falta de planeacion y mentiras, sino una metáfora perfecta de su gestión: promesas al aire, estructuras vacías, cemento invisible y rendición de cuentas también ausente. Porque lo que se ve no se pregunta, y lo que no se ve... menos.

Pero Hurtado, el faro de humildad, no pierde oportunidad para recordarnos —con voz serena y reloj de 15 millones— que es “gente del común”. Claro, del común que su hermana fuera alcaldesas en Lérida (y no precisamente por azar) y que ahora, con sed de más y más, ahora quiere su curul en laCámara por el Partido de una  Unidad o mejor dicho, por el clan Hurtado S.A.S.

Y mientras tanto, los ciudadanos, confundidos entre tanto talento técnico, seguimos haciéndonos la misma pregunta: ¿cómo se explica que el valor de las piscinas olímpicas de la 42 aumentara un 70%? Aunque bueno, quizás es que el agua viene con burbujas de oro, o el cloro ahora cotiza en bolsa. ¡Qué sabremos nosotros, simples mortales sin posgrados en presuntos sobrecostos!

Lo más alarmante no es que hable con tanta seguridad o cinismo, sino que todavía haya quien le crea. Que después de todo lo ocurrido, proceso en la fiscalía por presunto enriquecimiento ilícito y/o proceso por peculado por uso fiesta en el estadio, aún se atreva a dar “recetas” para el desarrollo de la ciudad. lo ejemplarizo es como si un presunto ladrón de cuello blanco de esos que se hurtan los dineros de los contribuyentes diera una cátedra sobre seguridad y ejecución correcta en contratación.

¡Sí, Ibagué tiene problemas, Muchos! Pero llamar a quien los causo y empeoro pues. un ingeniero no basta y menos si específicamente es del clan hurtado. Una ciudad que se encuentra como un laboratorio de obras inconclusas, deudas ciudadanas y cinismo institucional. Si queremos soluciones reales, tal vez deberíamos empezar por cerrar el manual del ingeniero Hurtado y buscar líderes que, por lo menos, no confundan el progreso con el lujo personal.

Y mientras tanto, que no se nos olvide que en Ibagué el humo no solo sale de los asados: también de los puentes que nunca se construyeron.