En Ibagué nació el creador del rincón más mexicano de Colombia
El ibaguereño Alfonso José González, quien falleció meses atrás, le dio vida al ‘Museo del tequila’, el rincón más mexicano de Bogotá. Fue conocido por tener la tercera colección de botellas de tequila más grande del mundo.
Amó a México con todo su corazón. Y, sin duda, fue un gran representante de su cultura en Bogotá. El ibaguereño Alfonso José González, artífice del rincón mexicano más popular de la capital, dejó en ‘El Museo del Tequila’ su pasión por el país ‘manito’ y una exquisita y exclusiva colección de botellas de tequila, la tercera más grande del mundo, con más de 3.200 ejemplares.
Don Alfonso falleció hace algunos meses, en Bogotá. Tenía 74 años. El mayor de sus tres hijos, Julián González, tiene el honor de continuar su legado al frente del lugar más mexicano de Colombia –ubicado en plena zona rosa de Bogotá- junto con su mamá, Sonia Aragón, quien compartió 42 años de su vida con Don Alfonso y hombro a hombro cristalizaron el sueño del restaurante.
“Me he dedicado a evocar ese México antiguo, ese México que se fue y que difícilmente volverá. El país de los mariachis y la comida picante, el lugar de mi Virgen de Guadalupe”, dijo Don Alfonso en una entrevista concedida al diario El Tiempo en el 2014.
Tolimense con alma mexicana. Amante del buen arte, la tauromaquia y los tangos. Fiel devoto de la patrona de México y un catador de tequila por excelencia. Desde los 9 años, cuando vivía en el barrio Belén, comenzó a engolosinarse con la cultura del país azteca a través de sus canciones, las cuales provenían de los altoparlantes del panóptico municipal, antigua penitenciaría de Ibagué.
En un perfil escrito en 2013 por Ricardo Rondón, en el blog ‘La Pluma y La Herida’, el autor afirma que ‘El Rey del tequila’, como era conocido, llegó a tierras mexicanas en bicicleta, tras pedalear durante 19 meses por Centroamérica.
“Siendo adolescente tomó la decisión de viajar a ese país. Y aunque no logró ser futbolista ni torero ni ciclista como en algún momento llegó a soñarlo, se abrió camino como todero, en oficios varios… Luego, llegó a ser comerciante de joyas. Allí vivió feliz por más de 30 años”, cuenta Julián sobre su padre.
En abril del año pasado, Don Alfonso recibió de las manos del embajador de México en Colombia la nacionalidad mexicana.
Nace el Museo del Tequila
Al volver al país, González montó una joyería-galería. “Viajaba a México con frecuencia y en cada viaje traía unas 10 o 15 botellas de tequila, las cuales fue coleccionando y exhibiendo en su negocio. En ese entonces, conoció al embajador de México en Colombia, Luis Ortiz Monasterio, quien lo animó a montar un restaurante que evocara a México y en el cual pudiera exhibir su colección privada de tequila”, agrega su hijo.
Aunque la idea del restaurante ya rondaba en su cabeza de tiempo atrás, las palabras del embajador, quien estuvo en el país entre 2001 y 2003, lo animaron a materializar su idea hace 15 años. Hoy, el lugar es un ícono de la cultura y gastronomía mexicanas. Los platos y las bebidas se disfrutan en un ambiente enriquecido con exóticos objetos y charlas cargadas de historias y tradiciones.
Cada botella de tequila tiene una belleza y significado particulares: Una tiene la forma de rifle; otra, de gavilán y en cada rincón se exhiben ediciones especiales dedicadas a personajes de la historia y la cultura mexicana como Pancho Villa, José Alfredo Jiménez, Frida y Vicente Fernández, por nombrar unos cuantos. Un tequila, por ejemplo, tiene el nombre de 99.000 horas. “Es el tiempo en el cual tardó en elaborarse desde su extracción del agave”, explica Julián. Y hace énfasis en que solo 5 estados mexicanos producen el delicioso licor. Sin duda, una colección de lujo, que fue premiada y certificada por el Consejo Regulador del Tequila del gobierno de México.
En el rincón más mexicano de Bogotá se exhibe un rifle de 1907, que fue usado en la revolución mexicana; también, máscaras mesoamericanas, imágenes de la Virgen de Guadalupe, el árbol de la vida, un cuadro con réplicas de puertas de iglesias mexicanas y un enorme calendario azteca compuesto por 3.400 piezas de madera, adquirido al Teatro México. Son piezas únicas, adquiridas por Don Alfonso en mercados de todos los estados del país azteca, que embellecen y le dan vida al lugar.
“Mi padre encontró algo mágico en el tequila y lo disfrutaba con mariachis y buena comida. Algunos de sus buenos tequilas los compartió, hace dos años, con el Mariachi Vargas de Tecalitlán, el mejor mariachi del mundo, el cual tuvimos el placer de traer al país por primera vez”, afirma Julián. De hecho, según el diario El Tiempo, Don Alfonso visitó en varias ocasiones el municipio Tequila, ubicado en el estado de Jalisco, para compartir su conocimiento sobre la producción del licor y sus propiedades.
Por ‘El Museo del Tequila’ han pasado ex presidentes, artistas, actores, periodistas y políticos. Figuras como Vicente Fernández han disfrutado a su México querido en el rincón creado por Alfonso González. Juntos compartieron unos buenos tragos. También conoció al presidente mexicano Enrique Peña Nieto, a quien regaló una edición especial de tequila, con la imagen del político plasmada en el envase, y tarjetas del museo con diferentes motivos, entre ellas, de la de la Virgen de Guadalupe, Vicente Fernández y Pedro Infante.
“Mi padre siempre decía: aquí entran clientes y salen amigos. Él disfrutaba conversando con nuestros visitantes sobre su adorado México”, agrega Julián.
"De mi padre solo me queda el recuerdo eterno de su calidez. Fue un anfitrión inigualable, el mejor esposo, un hombre maravilloso y un amigo incondicional. Siempre tenía algo que contar. Nos enseñó tantas lecciones de vida como cultura, música , gastronomía", dice Diana Carolina González, su hija. "Él fue todo para mí, mi vida entera. Me hace mucha falta", agrega su viuda, doña Sonia Aragón.
Se fue un hombre generoso, amigable y perseverante como pocos. Un colombiano muy mexicano. Adiós para siempre al ‘Rey del tequila’.