Consejo Superior de la UT destapó la presunta contabilidad ficticia del exrector José Herman Muñoz
El Consejo Superior de la Universidad del Tolima destapó los presuntos malos manejos contables que tuvo la institución educativa durante la administración del exrector José Herman Muñoz, quien estuvo en el cargo desde el primero de noviembre del año 2012 hasta agosto de 2016. (Ver: Terminó la era de José Herman Muñoz en la Universidad del Tolima)
Las presuntas irregularidades quedaron consignadas en el estudio de reorganización administrativa que elaboró la Universidad del Valle y serán puestas en conocimiento de los entes de control.
Fernando Misas, uno de los integrantes del Consejo Superior de la Universidad del Tolima, explicó que la administración del exrector Muñoz decidió “presupuestar y ejecutar” recursos inexistentes que obtendría la institución a través de los procesos judiciales que adelantó en contra de la administración departamental por el giro de transferencias. (Ver: José Herman Muñoz demandó a la Universidad del Tolima por $600 millones)
Pues esos recursos nunca ingresaron a las cuentas de la Universidad, pero aun así -año tras año- decidieron gastarse lo que no tenían.
“Incluyeron los recursos en el presupuesto de 2013, cuando no ingresó un solo peso de esos recursos presupuestados. Y siguieron con el 2014 y 2015, haciendo el mismo ejercicio: gastando los recursos como si hubieran ingresado. La ejecución no se hace sobre presupuesto sino sobre lo que hay en caja. Aquí lo hicieron sobre presupuesto. Entonces dejaron ese boquete enorme de $46.000 millones que revela el estudio de la Universidad del Valle”, aseguró Misas. (Ver: "Si nos hemos equivocado administrativamente ha sido de buena fe": José Herman Muñoz)
El documento de la Universidad del Valle sostiene que: “Verificada la ejecución presupuestal de la administración de la Universidad del Tolima para los años 2013, 2014 y 2015, se constató la incorporación de rentas inciertas por un valor de $21.559 millones, $20.882 millones y $3.766 millones, respectivamente.
De acuerdo con el informe, “se gastaron recursos que nunca ingresaron por un valor de $46.207 millones, violándose presuntamente el principio de planeación inherente a la administración pública. De igual forma, se habría contratado personal no requerido, en tanto que en 2012 se había establecido una planta administrativa de manera definitiva”.
Y añade: “La incorporación anti técnica y presuntamente irregular de estas rentas inexistentes, produjo un desequilibrio del presupuesto de carácter estructural, que condujo al déficit financiero de la institución, y en consecuencia, generó un escenario de impagos de distintas obligaciones que la comunidad ya conoce”.
Misas, quien es el representante de los exrectores ante el Consejo Superior de la Universidad del Tolima, advirtió que "esas cifras muestran un problema sumamente grave, desde el punto de vista legal. Consistente en que: ninguna persona, administrador de una institución, puede presupuestar recursos que no sean ciertos. En los años 2013, 2014 y 2015 presupuestaron recursos no ciertos por $46 millones, y lo más grave de todo no fue que los presupuestaran sino que los gastaron como si los recursos hubieran ingresado. Esto le dejó un hueco fiscal a la universidad de $46.000 millones”. (Ver: José Herman Muñoz, ¿mal rector pero buen amigo?)
“Se vinculó un personal, en alto número, que no requería la Universidad, ya que veníamos de un proceso de definición de planta de personal, en el cual de forma detallada -cada uno de los jefes de cada dependencia- determinó el número de personas que requería, y así se estableció la planta”, concluyó.