El oscuro parto del nuevo 'elefante blanco' de Ibagué: el hospital veterinario de la UT
Ibagué se está convirtiendo en un 'zoológico' de obras públicas sin concluir. Al desastre de los Juegos Deportivos Nacionales se suma un nuevo 'elefante blanco' y el responsable es el cuestionado rector de la Universidad del Tolima, José Herman Muñoz.
El funcionario suscribió un contrato por $6.139.093.699 para la construcción de un hospital veterinario que se levantaría en el sur de la ciudad. Las obras iniciaron en septiembre de 2014 y deberían estar terminadas en mayo de 2015. Desde ese momento, se han otorgado reiterados plazos pero la obra luce abandonada.
Según los diseños, el hospital veterinario tendría una extensión de 3.006 metros cuadrados y contaría con tres niveles, consultorios, salas de cirugía y de necropsia, aulas de clase y 45 parqueaderos. No obstante, las obras hasta ahora van en un 55 % y el próximo 26 de mayo se vence el plazo definitivo del contrato.
Este proyecto ha tenido todo tipo de irregularidades. Dos de los integrantes del consorcio no responden por una parte del dinero que entregó la Universidad para el inicio de las obras. Asimismo, la UT ha girado casi $2.400 millones a cuentas privadas de dos de los integrantes del consorcio y no a la cuenta definida al inicio del contrato. Además, la firma interventora decidió renunciar debido a la falta de garantías y a que ni siquiera se está respetando lo exigido en los diseños, por lo que se habla de fallas técnicas en la obra.
Consignaciones millonarias
Según pudo conocer esta redacción, el contrato de obra No. 0671-14 para la construcción del hospital veterinario fue adjudicado al Consorcio CLB Tolima 2014, integrado por Renee López Roa, Jorge Eduardo Borgogno y el ingeniero civil William Cardona Olmos, quienes recibieron un anticipo de $1.800 millones para iniciar las obras.
Sin embargo, aunque las obras sí empezaron, la situación empezó a oscurecerse. Los señores Borgogno y López tomaron recursos del anticipo por valor de $425 millones que, al día de hoy, no han sido legalizados de manera correcta, según información que fue ratificada por la interventoría.
Después, la UT hizo otros dos giros, al parecer, indebidos. El primero, por $1.369.175.446 a una cuenta bancaria perteneciente a los señores Borgogno y López; y el segundo, por $1.121’783.741 a una cuenta corriente a nombre de Jorge Borgogno, como persona natural; es decir, la Universidad giró los recursos a cuentas que nada tenían que ver con lo establecido en el contrato de la obra. (Ver documento)
Renuncia de los interventores
Ante esta situación, el Consorcio Interventores Asociados 2014 envió el pasado 30 de diciembre del 2015 una misiva a la UT en la cual renunciaba a la interventoría de la obra debido a que no se habían acogido las recomendaciones a nivel técnico, jurídico y financiero que se habían formulado a lo largo del proyecto.
"Esto no permite dar cumplimiento a las labores propias de la interventoría, razón por la cual, de continuar, nos podríamos ver involucrados en sanciones de tipo civil, penal, disciplinario y fiscal", señala el consorcio interventor. (Ver informe de la interventoría)
Retrasos en las obras
Aunque el plazo inicial de ejecución era de 244 días y el hospital debía ser entregado el 13 de mayo del 2015, la UT decidió prorrogar el contrato hasta el pasado 3 de marzo del 2016.
Sin embargo, debido a que la obra tiene aproximadamente un 55 % de adelanto, la UT decidió volver a ampliar el plazo de entrega hasta el próximo 26 de mayo de 2016. Es decir, los señores Borgogna y López deberán terminar la obra en un tiempo récord de 15 días.
Obras mal hechas
Pero lo más preocupante es que el consorcio interventor señala que durante la construcción del hospital veterinario se están presentando fallas de tipo técnico.
Según el informe de la interventoría, se está incumpliendo lo "exigido en los planos de diseño", razón por la cual el consorcio interventor le solicitó a los contratistas el cambio de personal de obra.
"Sin embargo, la Universidad del Tolima no ha hecho valer las herramientas jurídicas con las que cuenta para exigir el cambio del personal de obra", señala el informe.
Universidad del Tolima no responde
ELOLFATO.COM buscó en reiteradas ocasiones al rector de la alma mater, José Herman Muñoz, pero este se negó a responder. Lo único que dijo fue que se pronunciaría una vez las directivas de la Universidad revisaran la situación: "Estamos tomando algunas decisiones sobre ese tema y me gustaría dar la entrevista después de estas decisiones".
Por lo tanto, alguna de las preguntas que quedan sin responder son:
- ¿Por qué la Universidad del Tolima, en cabeza de José Herman Muñoz, le giró recursos a cuentas diferentes a la registrada inicialmente por el consorcio CLB 2014?
- ¿Por qué la UT hizo caso omiso a las recomendaciones de la firma interventora en temas jurídicos, técnicos y económicos?
- ¿Por qué la UT acepta que el ingeniero Cardona Olmos no haga parte de la construcción del hospital veterinario, siendo él quien aportó la experiencia presentada por el consorcio?
- ¿La UT declarará la caducidad del contrato?
- ¿Cuándo estará al servicio de la comunidad y de los estudiantes el hospital veterinario del sur?