Conozca y visite uno de los pesebres más grandes y vistosos de Ibagué
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La Navidad es una época donde la familia, las luces, la comida, la alegría y, para muchos, las creencias religiosas, se convierten en pilares fundamentales que dan vida a esta celebración.
Para María Jeanette Rodríguez, una ibaguereña de 81 años, no es la excepción.
Cada diciembre desde hace 54 años, María Jeanette junto a su esposo e hijos, convierte su hogar en un acogedor espacio navideño, donde un pesebre elaborado con dedicación y amor es el centro de reunión de familiares, amigos y vecinos.
"De la Navidad me gusta que todos vivimos con más armonía que otras veces, la unión familiar es algo que siempre he sido bendecida con Dios. El pesebre para mí significa la unión de las familias, la reunión de todas las personas del barrio, especialmente de todos esos niños. Más que todo, cada año yo le coloco siempre algo nuevo", expresó.
Ella no solo se siente bendecida por mantener esta costumbre, sino también por la familia que ha construido. Como madre de siete hijos y abuela de numerosos nietos y bisnietos, destaca el cariño y respeto que caracterizan sus reuniones familiares.
"Yo vivo muy contenta haciendo mi pesebre, tuve siete hijos, pero ahoritica tengo seis, gracias a Dios, todos vivos, con sus familias, y mis hijas arreglan lo que es la mesa, todo decoran, pero a mí me gusta es el pesebre, en reunión con toda mi familia", manifestó.
Para María, quien trabaja también como modista, el pesebre es más que una costumbre de fin de año, es un legado que quiere preservar en su familia.
"Tengo mucha fuerza y yo le pido a mis hijos que cuando yo falte, ellos no dejen de seguir esa tradición para que lo enseñen a sus hijos y a los hijos de los hijos. Yo le doy gracias a Dios porque todavía me puedo mover, puedo cocinar, puedo de todo, hacer todas mis cositas", indicó.
Asimismo, María afirmó que, a pesar de las dificultades, vive agradecida por contar con su familia y el apoyo de sus vecinos, quienes siempre están atentos a su bienestar.
"Yo soy muy bendecida con Dios, por mi familia, por mis hijos y con los vecinos que para que cuando estuve enferma los vecinos también preguntaban o preguntan cómo sigue. En medio de mis cosas, yo vivo muy bien porque aunque no tengo millones, tengo la bendición de Dios. ¿Qué más puedo pedirle a Dios? Nada más. De verdad que la mejor riqueza es la familia", dijo.
Finalmente, Rodríguez invitó a todas las personas que quieran conocer su pesebre a visitar su casa, ubicada en el barrio Hipódromo en Ibagué.
"El que quiera venir, que venga y que no dejen de hacer el pesebre, porque es una bendición de Dios, es algo tan especial para reunir la familia, reunir los niños más que todo, porque ellos siempre se sienten atraídos por su pesebre. En esta Navidad le pedimos al divino Niño Jesús que nos dé la paz en el mundo entero, especialmente en Colombia, en nuestros hogares y en nuestras familias", concluyó.
