Rocío: la deportista y trabajadora tolimense que inspira con su historia de vida
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Edith Rocío Garzón es una deportista libanense de 41 años, que ha sido un claro ejemplo de admiración y resiliencia.
A sus 17 años, un tumor en la columna vertebral la dejó en silla de ruedas, cambiando su vida por completo. Sin embargo, lejos de rendirse, encontró en el deporte una forma de superar sus limitaciones.
"A mí me dio un tumor en la columna hace 23 años, el cual me destruyó varias vértebras y me estripó la médula, debido a eso perdí la movilidad del miembro inferior de mi cuerpo. Cuando tenía 17 años me dio esta enfermedad. Yo tenía mi esposo, vivía con el papá de mi hijo y vivíamos en el campo, pero a raíz de esta enfermedad, mi hogar se acabó", expresó.
Rocío tuvo que pasar seis meses hospitalizada y en medio de su recuperación muchas veces pensó en darse por vencida, pero el amor por su hijo la motivó a seguir adelante.
"Al principio fue muy duro, pensé muchas veces en quitarme la vida, en no seguir viviendo. Yo le decía a Dios que por qué me hacía esto, que yo qué le había hecho para que él me pusiera en esta situación, pero al final entendí que Dios me tiene aquí para grandes cosas, con el tiempo descubrí que podía hacer muchas cosas sin necesidad de tener mis piernas", manifestó.
Hoy en día, Garzón ha sido la primera mujer en silla de ruedas en representar a Ibagué en Miss Wheelchair Colombia, el primer concurso de belleza en el país para mujeres con discapacidad, demostrando que una condición física no es impedimento para alcanzar sus sueños.
"Realmente fue algo difícil para mí, porque a esa edad me encantaba jugar fútbol, montar a caballo y yo sentía que no lo podía volver a hacer. Fue muy complicado para mí, pero uno de mis grandes motores siempre ha sido mi hijo mayor, porque estaba muy pequeñito, tenía un año y medio, y pues yo lo veía a él y pensaba, no puedo dejarlo solo, tengo que luchar por él", dijo.
Asimismo, Rocío se ha dedicado a practicar varios deportes, logrando representar al departamento del Tolima y a Colombia en torneos internacionales, obteniendo medallas de oro, plata y bronce.
"Duré aproximadamente 13 años en tenis de campo. Obtuve varias medallas, plata, bronce, oro. Fui a representar al Tolima y a Colombia en Brasil, Sao Paulo. Fui a muchos torneos nacionales e internacionales, después de la pandemia, me retiro y no pensaba seguir haciendo deporte, pero mis compañeros me insistían, así que entré a hacer esgrima y aunque no me gustaba en un inicio, dije: bueno, vamos a intentarlo. Lo practiqué y a los cuatro meses de estar entrenando fui a Bogotá a unas competencias", contó.
Por otra parte, ella comentó que desplazarse por la ciudad ha sido complicado, principalmente por la falta de accesibilidad en el transporte público. Además, muchos andenes no cuentan con rampas adecuadas y, cuando las hay, suelen estar bloqueadas por vehículos estacionados, lo que dificulta su movilidad.
"Para movilizarme en la ciudad ha sido complejo, empezando desde los medios de transporte, que dicen que algunas busetas tienen la rampa, la verdad yo nunca las he utilizado porque nunca he visto que las tengan o que las implementen. Uno sale a la calle y no encuentra la facilidad de desplazarse por los andenes, no hay rampas, y donde las hay las personas parquean sus carros, sus motos y no nos dejan movilizar", indicó.
Y añadió: "Hay muchas partes donde todavía falta ser accesibles para nosotros. En mi caso, yo me movilizo sola, casi no me gusta estar que venga, ayúdeme, que hágame esto, porque la verdad a mí me gusta ser muy independiente, pero cuando veo esos obstáculos, como que hasta ahí llego y digo, no, qué falla que la sociedad aunque hemos avanzado mucho, la idea es que tengamos buena accesibilidad, donde todos podamos movilizarnos por igual".
De igual manera, explicó que lleva una vida independiente, en casa realiza las tareas del hogar de la misma manera que cualquier otra persona y no percibe limitaciones en sí misma. Para ella, estar en una silla de ruedas no representa una barrera.
"Soy muy independiente: lavo, cocino, plancho, barro, mi estufa la tengo a mi altura, donde pueda ver qué es lo que estoy preparando y no se me dificulte. En casa yo cocino igual que cualquier persona, hago los quehaceres del hogar como cualquier persona. Yo no veo limitaciones en mí, para mí el hecho de estar en una silla de ruedas no significa una barrera", afirmó.
Finalmente, Rocío recordó que desde hace 11 años encontró una oportunidad laboral en el centro comercial La Estación de Ibagué, gracias a una iniciativa de inclusión para personas con discapacidad. Este empleo le ha brindado estabilidad económica y una mejor calidad de vida tanto para ella como para sus hijos.
"Ojalá que las demás empresas, los entes competentes también sean inclusivos, para que más personas puedan tener la misma oportunidad que yo estoy teniendo en este momento de poder tener mi vivienda propia, darles un futuro mejor a mis hijos y tener la vida un poquito más estable. Los invito a que nos apoyen y que le abran las puertas a las personas con discapacidad", concluyó.
