En Ibagué los monopatines eléctricos son la nueva alternativa de movilidad
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El uso de las patinetas eléctricas se está popularizando cada vez más en Ibagué, especialmente entre los jóvenes universitarios. Sin embargo, la cultura vial en la ciudad y la falta de vías pone en riesgo la vida de los usuarios.
Daniel Tapiero es un estudiante de ingeniería electrónica de la Universidad de Ibagué que, para movilizarse a sus clases, decidió adquirir una patineta eléctrica y ahorrar tiempos.
"Yo vivo a 20 minutos caminando, hace un año, y normalmente hacía ese trayecto caminando ida y vuelta, pero simplemente dije se está poniendo de moda los patines y empecé a utilizarlo para ahorrarme tiempos", aseguró.
También, Daniel González, estudiante de ingeniería mecánica, decidió usar este medio de transporte debido a que es portátil y brinda muchas facilidades.
"Decidí adquirirlo más que todo por economía, para no pagar más parqueo acá en la universidad. Llego muy rápido a cualquier lado, también es muy portátil. Hay momentos cuando voy en carro y solo tengo que meterlo al vehículo. Lo puedo dejar dentro de mi casa, dentro de en cualquier lado", comentó.
Otra de las razones por las que se facilita el uso de estos vehículos es su mantenimiento, ya que brinda las mismas facilidades de una bicicleta.
"Da mucha versatilidad, por ejemplo, coger el monopatín, se recargaba en horas de la noche en la casa, alrededor de seis horas. Entonces, también el costo de cargar un monopatín es muy económico. Mi recibo de la luz aumentó unos $20,000 a $30,000 al mes", comentó Pedro Hómez, docente en la Universidad Uniminuto, quien tuvo este vehículo por 2 años.
Además, agregó que el monopatín tiene un mantenimiento parecido al de una bicicleta, es decir, es necesario llevarla a revisar los frenos y las pastillas cada dos o tres meses.
"He encontrado dificultades en los lugares en los que me hacen mantenimiento porque no todas las personas tienen el conocimiento, pero, pues tengo un amigo que me hace todo ese tema de mantenimientos", explicó Daniel Tapiero.
Este medio de transporte tiene como velocidad límite de 30 kilómetros por hora y su energía puede durar 6 horas.
"Por ejemplo, una vez hice una prueba para ver cuánto aguantaba la batería. Salí desde Aguamarina y fui hasta el centro, y me alcanzó para ir y devolverme. Entonces, duró alrededor de cuatro horas exigiéndolo mucho y si le exiges poco seis horas", resaltó Pedro.
Sin embargo, las facilidades que permite la patineta eléctrica se convierten en desventajas por los problemas de seguridad vial.
"Una vez con unos conductores de taxi, eran diez de la noche, estaban remolcando un carro, dos taxistas y sin señales. No me di cuenta, pasé por ahí por la mitad de los dos carros, el cable me frenó en seco y me golpeé todo feo", comentó Daniel.
De la misma manera, la falta de ciclorrutas obliga a los usuarios de las patinetas eléctricas a movilizarse en medio de los automóviles y las motos.
"Actualmente, en Ibagué hay muy pocas vías alternas para el monopatín, lo cual pone en riesgo al que está manejando el monopatín. Tú tienes que entrar en las vías de los vehículos y obviamente a veces no te ven y tú también cometes una imprudencia", recalcó Pedro.
Por este motivo y por la falta de cultura vial, Pedro propone realizar una campaña de sensibilización para el usuario del monopatín y a los peatones. Además de establecer unos puestos de control en las ciclorrutas existentes.
EL OLFATO le preguntó a la Secretaría de Movilidad si tienen conocimiento sobre el uso de este transporte en Ibagué, pero comentaron que no tienen conocimiento ni estrategias para emplear este tipo de transporte en la ciudad.
