Aranda premió con contratos al cerebro del fallido puente de la 60

Pocos profesionales en Ibagué tienen, al mismo tiempo, tantos cuestionamientos y la fortuna del ingeniero civil Diego Herrán.

Después de liderar el fracasado proyecto del puente elevado de la carrera Quinta con calle 60, en la administración del exalcalde Andrés Hurtado, Herrán terminó siendo uno de los contratistas ‘privilegiados’ de la alcaldesa Johana Aranda.

El ingeniero Diego Herrán arrancó el nuevo periodo de gobierno con $134 millones en tres contratos otorgados por la mandataria en igual número de entidades: Infibagué, Ibal y en el Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP).

No es muy usual que una sola persona tenga tres contratos en una misma administración.

El antecedente más reciente o parecido lo tiene Edwin Castro, protegido por el senador Óscar Barreto. Castro logra tener asesorías en la mayoría de entidades del orden departamental por ser la ‘sombra’ de Barreto y sus ojos en casi todas las dependencias controladas por el poderoso líder conservador.

Herrán: los ojos del hurtadismo

Así como Edwin Castro ‘vigila’ las entidades barretistas, Herrán hace lo propio en la contratación de Ibagué.

En todos los contratos de prestación de servicios suscritos con Infibagué, el Ibal y el SEPT, Diego Herrán tiene la misión de asesorar y estructurar los proyectos de infraestructura, tal y como lo hizo en el oscuro proceso que dio vida al fallido puente de la calle 60, en el que la administración del exalcalde Andrés Hurtado pretendió invertir $40.000 millones en el cierre de su mandato.

Viabilizó adjudicación al consorcio de la calle 60

El nombre del ingeniero Diego Herrán aparece en documentos claves de la licitación y posterior seguimiento del contrato fallido puente de la calle 60 con carrera Quinta.

Por ejemplo, él fue quien avaló y firmó la evaluación técnica en la que se viabilizó la propuesta del consorcio Puente Carrera Quinta que integran los ingenieros Olaguer Agudelo Prieto y Roberto Gutiérrez. (Ver más: No hubo puente de la 60, pero la interventoría se embolsilló casi $2.000 millones)

Posteriormente, recomendó a la ordenadora del gasto, la entonces secretaria de Infraestructura, Sharon Dayana Guzmán, adjudicar la licitación pública por el cumplimiento de los requisitos jurídicos, técnicos y financieros.

Y, como supervisor, autorizó el anticipo del 30% del valor total del contrato: la suma de $11.743.912.978,00, los cuales debían manejarse en una cuenta bancaria de la Fiduciaria Bogotá. (Ver documento)

De esos recursos, el cuestionado ingeniero Olaguer Agudelo terminó desviando $1.628.832.805 para empresas de su hijo y su esposa: Sergio Agudelo y a Betsy Agudelo, hechos que están siendo investigados por la unidad de delitos contra la Administración Pública. (Ver más: Así desviaron $1.600 millones del puente de la 60 a familiares de Olaguer Agudelo)

Y después de esta cadena de errores e irregularidades, que llevaron a la misma Johana Aranda a sancionar y declarar el incumplimiento total del consorcio Puente Carrera Quinta, inexplicablemente llamó a Herrán para que la asesorara en sus proyectos de infraestructura. (Ver más: Los detalles desconocidos de la sanción de $3.914 millones que recibió el contratista del puente de la 60)

Él es uno de los asesores técnicos de ‘lujo’ en las entidades descentralizadas y tiene en sus manos el desarrollo y formulación de proyectos como el suministro de agua potable para el corregimiento del Totumo y del Ibal en la comuna Seis.

Además, forma parte de los comités evaluadores, emite conceptos técnicos y apoya la supervisión de contratos de obra e interventoría.

EL OLFATO buscó a la alcaldesa Johana Aranda para que explicara cuáles fueron los criterios que tuvo en cuenta para contratar a Herrán, pero no atiende entrevistas con este medio de comunicación.