¿Reviven ‘Los trillizos’ en el gobierno de Johana Aranda? Los tentáculos de Carlos Edward Osorio en Ibagué

En los primeros 100 días de gestión de la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, ha habido más recomposiciones políticas y clientelismo al interior de su gobierno que obras y acciones que mejoren la calidad de vida de los habitantes de la ciudad.

Y en esos movimientos del ajedrez político local, hay una persona que ha sacado más provecho burocrático sobre todos los integrantes de la coalición que llevó a Aranda al Palacio Municipal.

De manera silenciosa y discreta, la alcaldesa ha fortalecido al grupo político del representante a la Cámara por el Tolima Carlos Edward Osorio, heredero del clan político conocido como ‘Los trillizos’, que lideraron los exmandatarios Jorge Tulio Rodríguez, Jesús María Botero y Luis H. Rodríguez. 

Osorio controla las secretarías Jurídica y de Ambiente y Gestión del Riesgo, a través de Patricia Osorio y Jessica Salcedo, y tiene sus ojos puestos en la Oficina de Contratación, una dependencia importantísima, pues desde allí la ciudad ejecutará un presupuesto de $1.1 billones en la presente vigencia.

En la Dirección de Contratación fue nombrada la abogada Margarita Rueda, quien tiene una amplia experiencia profesional y es tal vez la persona más cercana -y de extrema confianza- del congresista.

Además, según estiman los dirigentes políticos que apoyaron a Aranda, Carlos Edward se quedó con el 30% de las órdenes de prestación de servicios que tiene la Alcaldía de Ibagué para el año 2024. 

“Carlos Edward tiene, más o menos, cerca de 300 contratistas en la Alcaldía de Ibagué y en las entidades descentralizadas. También controla la Dirección de calidad educativa de la Secretaría de Educación, una dependencia a la que siempre le han puesto la mirada desde la época de Jorge Tulio”, le dijo a EL OLFATO un excongresista que hizo parte de la coalición, pero pidió no ser identificado.

Estos acelerados dividendos políticos que ha obtenido Carlos Edward Osorio han generado incomodidad en las fuerzas políticas afines al gobierno, pero, hay otro ingrediente que los tiene con los pelos de punta: la intromisión de Juan Arturo Gutiérrez, esposo de la alcaldesa Johana Aranda, quien hace equipo con el congresista del Centro Democrático para atender asuntos del gobierno, contractuales y hasta las relaciones con la coalición.  

“Juan Arturo está hablando con los líderes de la coalición y personas como Choco (José Elver Hernández) y la senadora del Mira Ana Paola Agudelo han ido a reclamarle a Hurtado porque la chipa política la armó él y quien debe responder porque la unidad se mantenga es Hurtado. Pero en este momento no se sabe quién manda en Ibagué. Pensábamos que era Johana, luego vimos que Juan Arturo y, ahora, al parecer, que es Carlos Edward. Así están las cosas, amigo”, respondió vía chat un concejal oficialista.

Carlos Edward y Juan Arturo han salido juntos no solo a la marcha del pasado domingo contra el gobierno del presidente Gustavo Petro. También están haciendo visitas en los barrios y saludando a los líderes comunales, puerta a puerta. 

La génesis del renacer de ‘Los trillizos’

En el inicio del gobierno del exalcalde Jorge Tulio Rodríguez, por allá en el año 2001, Carlos Edward Osorio era un joven abogado que debutaba en la Secretaría de Gobierno de Ibagué y Juan Arturo Gutiérrez, recién graduado de la universidad como politólogo, fue nombrado como director de la Oficina de la Juventud de la misma administración. 

También, para esa época, llegaba a la ciudad, procedente de Manizales, una bacterióloga en búsqueda de trabajo. Era Johana Ximena Aranda, quien vivía en el barrio Córdoba. Ella ingresó a la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, por recomendación del entonces secretario de Gobierno Carlos Edward Osorio. 

Años más tarde, en esa entidad, conoció a su marido Juan Arturo Gutiérrez, quien fue vinculado al Ibal en la administración de Luis H. Rodríguez, como cuota de su mamá, la excongresista Alba Esther Ramírez. 

Estos son los hilos del poder que se han tejido durante 23 años y, todo parece indicar, serán la consolidación de una nueva fuerza política que podría denominarse los herederos de los trillizos de Ibagué.