El modelo de educación que se esperaba del Gobierno Petro se quedó en veremos
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Mucho análisis y pocas acciones. Así definió el rector de la Universidad de Ibagué, Alfonso Reyes, la falta de modificaciones al modelo de educación superior que rige a las universidades desde hace más de 30 años por parte del gobierno del presidente Gustavo Petro.
Y es que no es para menos, pues, de acuerdo con Reyes, una de las promesas de campaña de Petro era modificar la Ley 30 de 1992, pero “no lo ha hecho y ya no alcanza a hacerlo”, dijo.
“Creo que hay una sensación generalizada y es que este gobierno en particular ha hecho un muy buen diagnóstico de problemáticas en el país. Ha identificado aspectos que es necesario modificar, pero también ha mostrado que no tiene capacidad para hacer esas modificaciones”, señaló.
Y agregó: “Eso está generando una sensación de frustración que está creciendo porque diagnósticos bien articulados muestran necesidades concretas de cambio, que ese fue el logo o el lema de este gobierno, pero si no se materializan, que es lo que está ocurriendo, la frustración empieza a crecer y en las universidades está pasando igual”.
Esto quiere decir, en sus palabras, que el gobierno Petro está concentrado en una ley estatutaria que, aunque necesaria, no es viable ni en este ni en próximos gobiernos.
“A mi juicio va a ser un saludo a la bandera. Nadie está en desacuerdo en que la educación no sea un derecho fundamental, pero materializarlo es complicado y requiere de recursos que ni este ni otro gobierno los van a tener”, aseguró.
Asimismo, aseveró que las regulaciones a las universidades corresponden a un sistema de educación antiguo y no permiten que estas puedan responder a las necesidades actuales en materia educativa.
“Para que las organizaciones en el mundo puedan aportar y sobrevivir a lo largo del tiempo, si el entorno cambia muy rápidamente, esas organizaciones tienen que ser muy autónomas, tienen que responder rápidamente a cambios del entorno y, en estos últimos 15 años, el entorno en educación ha cambiado muchísimo, y nosotros como universidades en Colombia estamos regulados por una ley que tiene más de 30 años”, explicó.
De esto modo, manifestó el rector Alfonso Reyes, que una de las modificaciones que debería hacer el gobierno Petro es dejar que las universidades acreditadas en alta calidad, como la Universidad de Ibagué, tengan autonomía para ofertar las carreras y planes de estudio que consideren pertinentes.
“Las universidades que están acreditadas como de alta calidad pasaron por un proceso que puede tomar varios años, esto quiere decir que son universidades muy buenas que se regulan ellas mismas”, expresó.
“Esas universidades deberían tener la máxima autonomía. Si desean ofrecer un programa profesional de tres años, que lo hagan, si lo hacen de dos años, que lo hagan, si cambian las modalidades, que lo hagan, si no van en la formación, que lo hagan, todo sin tener que pasar por una regulación del Ministerio de Educación, pero eso no pasa hoy en día”, añadió.
¿Cómo van las finanzas de las universidades privadas?
Otro de los temas a los que se refirió el rector fue orientado hacia la equivocada perspectiva que, según él, tiene el Gobierno Nacional sobre la financiación a las universidades privadas.
“Hay una concepción del gobierno que me parece equivocada con respecto a la estructura de la educación superior en Colombia, porque desde los años 60, la educación superior en Colombia es mixta; esto quiere decir que las instituciones que ofrecen la formación en universidades, o bien son universidades públicas o mal llamadas privadas, que son entidades sin ánimo de lucro”, explicó.
En este sentido, precisó que -hoy en día- hay 2.400.000 estudiantes en educación superior, de los cuales la mitad están en universidades privadas. El Gobierno Petro pretende incrementar el número de estudiantes de educación superior, pero únicamente a través de las universidades públicas.
“El gobierno, como buen tino, ha propuesto incrementar el número de estudiantes que entran a educación superior porque está como en cincuenta por ciento, un poquito más. Sin embargo, pretende hacerlo solo a través de universidades públicas, y cuando miramos las universidades públicas en Colombia, los cupos que tienen están prácticamente copados, no tienen cupos libres”, aseveró.
Caso contrario sucede con las universidades privadas, pues explicó que cuentan con miles de cientos de cupos libres que no son tomados en cuenta por el Gobierno.
“Uno no entiende cómo, si tiene la posibilidad el Gobierno de incrementar a 500.000 estudiantes, que es su meta, involucrando universidades públicas y privadas, no lo hace, y decide únicamente hacerlo con las públicas que no tienen cupo”, lamentó.
Una de las teorías de Reyes es que suele pensarse en la premisa de que todos los estudiantes de universidades privadas son de estratos altos, lo cual, aseguró, no es cierto.
“Esta meta que se planteó el gobierno tampoco la va a cumplir, no hay manera que la cumpla. ¿Por qué? Porque tiene la idea de que las universidades privadas están dirigidas a estudiantes de estratos altos, lo cual no es cierto. Nosotros tenemos 4.600 estudiantes, y el 90% son de estratos uno, dos o tres”, concluyó.
Así pues, estas situaciones han generado el efecto contrario a lo que pretende el gobierno sobre disminuir las brechas para que más personas puedan acceder a la educación superior. Para lo cual, consideró el rector Reyes, se deben implementar nuevos modelos de educación, dar más libertad a las universidades de alta calidad y apoyarse también de las universidades privadas.
