Bogotá declara alerta por calidad del aire por arena del Sahara e incendios

Por cuarta vez en el año, Bogotá declara alerta por calidad del aire en el suroccidente de la ciudad debido a los altos niveles de contaminación causados por los incendios forestales en la Orinoquía y Venezuela, así como por la llegada de arenas del Sahara.

De acuerdo con el Sistema de Modelación Atmosférica de la Secretaría Distrital de Ambiente, más del 50 por ciento de las estaciones de monitoreo de la calidad del aire en la zona suroccidental han alcanzado niveles de riesgo regular y malos.

"Esta es la cuarta alerta que declara el Distrito este año por condiciones adversas de calidad del aire y está influenciada en un 75 por ciento por factores exógenos (incendios en las regiones y arenas del Sahara) y un 25 por ciento por las emisiones que se generan al interior de la ciudad (industria, transporte, material resuspendido, entre otros)", informó. 

Este año, la combinación de sequías, el fenómeno de El Niño, escasas precipitaciones y patrones de viento desfavorables ha exacerbado la situación, dificultando la dispersión de contaminantes y afectando la calidad del aire en la ciudad.

Ante la alerta, la autoridad ambiental está intensificando el monitoreo y control de las industrias que emiten material particulado, especialmente aquellas que utilizan combustibles sólidos y líquidos.

"También se están implementando restricciones en el mantenimiento de sistemas de control de emisiones en establecimientos industriales fijos", explicó la Secretaría Distrital de Ambiente.

Así pues, para proteger la salud de la ciudadanía, se han emitido recomendaciones como utilizar transporte público, moverse en bicicleta o caminar, usar tapabocas, conducir de manera eficiente y mantener al día la revisión técnico-mecánica de los vehículos.

Además, se aconseja a la población evitar la exposición prolongada al aire libre en zonas de alta contaminación, especialmente durante las horas de mayor tráfico vehicular.

Finalmente, se enfatiza la importancia de mantenerse hidratado, evitar el consumo de tabaco y seguir las indicaciones médicas, especialmente para grupos vulnerables como niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con enfermedades pulmonares.