Después de 30 años de espera, Acueducto Complementario de Ibagué entró en su recta final

Ibagué está a muy pocos meses de poner fin a uno de los principales problemas que ha tenido siempre: la inestabilidad en la prestación del servicio de agua.

Las pruebas hidrostáticas que ha aplicado la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, en el 70% de la red instalada del acueducto complementario, desde el río Cocora, pasando por los barrios del sur y las conexiones con los tanques de la zona industrial y Mirolindo, han resultado satisfactorias.

“Nos hace falta un 30% de pruebas, nada más. Estamos revisando la red que viene del río Cocora. Nos hace falta aplicar las pruebas hidrostáticas desde el kilómetro 11.6 hasta la planta de La Pola. Y en lo que tiene qué ver con la red de siete kilómetros que conducirá el agua desde el sur de Ibagué hasta el tanque de la zona industrial, por la variante, solo resta un kilómetro. Vamos muy bien, esperamos que en los pocos tramos que faltan sigamos así para poner en funcionamiento el acueducto complementario”, explicó Erika Palma, gerente del Ibal.

Después de tres décadas de espera y una inversión que alcanzó los $200.000 millones, la ciudad tendrá un acueducto alterno, cuya fuente de abastecimiento es el río Cocora, y permitirá la incorporación de 1.009 litros de agua por segundo a la planta de tratamiento del barrio La Pola.

Esto significa que el Ibal aumentará casi en un 40% su capacidad de almacenamiento y distribución de agua en Ibagué y su zona de expansión, explicó Palma.

Según la funcionaria, se pasará de tener una disponibilidad de agua en los tanques de 38.400 a 53.400 metros cúbicos, lo cual estabiliza la operación de la empresa y pondrá fin a la dependencia de la captación del incierto río Combeima, afectado por las crecientes de las quebradas que nacen en el Nevado del Tolima.

“Es un proyecto de más de 30 años, en el que siempre se habló de conectar las redes de conducción desde el río Cocora hasta los tanques de La Pola. Pero hoy tenemos, no solo la conexión de Cocora y La Pola, sino que están los tanques de almacenamiento y las redes que llevarán el agua a toda la ciudad y la zona de expansión de Ibagué”, resaltó la ingeniera Palma.

En estos últimos cuatro años se construyeron los tanques del sur y de la zona industrial, ambos con una capacidad de almacenamiento de 12.000 metros cúbicos.

Además, se hizo la conexión de la tubería que llevará el agua desde la zona industrial hasta el tanque de Mirolindo, que cuenta con una capacidad 3.000 metros cúbicos. Esta infraestructura pondrá fin a los constantes cortes de agua en la zona de Picaleña y la comuna Nueve.
 

“No solo era enterrar unos tubos, como algunos pensaron. Fueron unos 40 kilómetros de tubería, una tarea titánica, pero también conseguimos que el acueducto complementario fuera funcional y que les llevara agua a los habitantes de Ibagué”, resaltó.

Otra obra del acueducto complementario es la planta de tratamiento construida en Boquerón, que se proyectó desde 1997, cuando se adquirió el predio para tal fin, y que resolverá la potabilidad del agua que consumen los habitantes del sur de la ciudad.

“Hubo una administración (la de Guillermo Alfonso Jaramillo) que pretendió cambiar el proyecto para llevar el agua de Cocora directamente hasta la planta de La Pola, por bombeo, que era más costoso, y regresarla a los barrios del sur. Nosotros corregimos y en un año construimos la planta de tratamiento y un tanque de 3.000 metros cúbicos para abastecer los acueductos comunitarios de las comunas 12 y 13”, precisó la ingeniera Palma.

Todo este proyecto estará listo antes de terminar el primer semestre del año, pero la gerente del Ibal no se compromete con una fecha exacta, por cuanto la última palabra de la inauguración la tomará la alcaldesa Johana Aranda.

EL OLFATO intentó dialogar con la mandataria sobre este proyecto y balance de 100 días de su administración, pero ella no atiende entrevistas de este medio de comunicación, pues sus asesores de comunicaciones le tienen prohibido hablar con los periodistas considerados “enemigos” de su gobierno.