La historia de una búsqueda que concluyó en el cementerio de Ibagué

Desde hace 23 años, una mujer y sus dos hijos originarios del sur del país buscaban a José, un esposo y padre de familia que desapareció sin dejar huella alguna.

Aunque habían desistido de encontrar sus restos, recientemente recibieron una noticia que les permitirá decirle adiós formalmente. 

A pesar del tiempo, su esposa Lupe tiene el recuerdo intacto del día en que se hicieron novios y del instante en que decidieron compartir sus vidas.  

“Le gustaba mucho jugar al microfútbol, lo recuerdo activo e incansable. Siempre muy limpio y organizado, amaba muchísimo a sus hijos, un amor que no volveré a ver en ningún otro padre, por eso para mí era impensable que nos hubiese abandonado”, narró.

Para ella, era normal no saber del padre de sus hijos durante 20 días o incluso un mes.

Sin embargo, el tiempo pasó y José no regresó. Siete meses después, una llamada lo cambió todo; era una citación de la Fiscalía en Ibagué.

“Cuando llegué al lugar acordado, me mostraron una foto y vi que era José. Me dicen que estuvo en un cuarto frío por mucho tiempo y que, por su apariencia, sus uñas, dentadura y vestuario, no podía ser sepultado en cualquier lugar. Así que fue enterrado bajo tierra, muy cerca a la entrada del cementerio San Bonifacio”, indicó la mujer. 

Y aunque pensó que finalmente podría despedirse del padre de sus hijos, la historia volvió a tener un giro cuando se requirió exhumar el cuerpo de José por razones de reubicación al interior del cementerio. 

Al momento de cotejar las pruebas, una dentadura postiza, así como la falta de partes del cuerpo inhumado, no correspondían con las características físicas de su entonces esposo fallecido.

“Realicé dos denuncias por desaparición forzada ante las entidades competentes. Nunca nos dieron razón de su paradero. Todos los días me levantaba y lo primero que pensaba era ¿dónde está José? ¿qué pasó con su cuerpo? Tuve miedo por mis hijos. Su muerte fue extraña”.

Recientemente, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) en articulación con la Fiscalía, la Dijin y el Instituto Nacional de Medicina Legal recuperaron el cuerpo de José, durante la segunda intervención humanitaria realizada al cementerio San Bonifacio de Ibagué.

En este caso la UBPD activó la estrategia de búsqueda a la inversa, que consintió en la revisión de expedientes y necropsias de cuerpos no identificados y cuerpos identificados no reclamados para establecer una identidad y, mediante el acceso a bases de datos y de denuncias por desaparición, encontró coincidencias del cuerpo.

La entidad los contactó de inmediato para adelantar muestras biológicas e impulsar su participación en la exhumación del cuerpo del que se presume es José.

Una vez se conozcan los resultados de las muestras óseas entregadas por la UBPD al Instituto de Medicina Legal sede Ibagué, se concertará con la familia la entrega digna del cuerpo. 

Desde el punto de vista forense, “los datos aportados por la Fiscalía, Medicina Legal y la investigación humanitaria adelantada por la Unidad de Búsqueda permitieron verificar la información antes de la muerte para constatar que el cuerpo hallado coincide con las características físicas, traumas, lesiones y carta dental”, explicó Juan Carlos Benavides, antropólogo forense de la UBPD y líder de la misión humanitaria y extrajudicial que se llevó a cabo en Ibagué.

De acuerdo con cifras de la Unidad de Búsqueda, en el Tolima existe un universo de aproximadamente 2.100 personas dadas por desaparecidas y en el cementerio San Bonifacio de Ibagué se estima que hay inhumadas víctimas del conflicto armado provenientes de otros municipios.

*Los nombres en esta historia fueron cambiados para proteger las identidades.