Erica Rodríguez, la profe que ha trabajado por 11 años en el Liceo Nacional
Para Erica Rodríguez la docencia es servir y, en sus 12 años de trayectoria profesional en el Colegio San Simón y la Institución Educativa Liceo Nacional, ha demostrado cómo a través del amor se transforman vidas.
Descrita por sus exalumnos como una maestra que se convierte en una segunda madre, Erica trabaja día a día por impactar positivamente en la formación de seres humanos en los que prime el amor por lo que hacen.
"Erica es una profesora valiente y amorosa. Ella enseña con amor, a pesar de eso, no es permisiva ni estricta y te hace siempre dar lo mejor de ti", describió Estefany Rojas, exalumna del Liceo Nacional.
"Ella siempre está dispuesta a explicarte hasta que entiendas. A la profe Erica se le nota el amor por la docencia y eso inspira a cada uno de los estudiantes a convertirse en la mejor versión de sí mismos en lo académico y en lo personal", agregó.
A través de forjar, colaborar, acompañar y orientar a estudiantes, intenta aportar al cambio de la sociedad.
La docencia la encontró
En su formación académica nunca habría pensado que terminaría siendo docente, pero como ella menciona: "la docencia la encontró".
En el año 2011, a partir de la articulación de la Institución Educativa Colegio de San Simón con el Sena, Erica Rodríguez inició su camino de manera significativa en la educación al hacer una licencia.
"Cuando yo llegué, ellos tenían muchos inconvenientes académicos y de convivencia. Los estudiantes eran terribles, muchos creían que ya habían perdido su año, entonces no querían hacer nada", recordó.
Aunque fue todo un reto porque tuvo que empatizar con ellos, sus "hijitos", como ella les dice, la ayudaron a evidenciar el amor por la docencia y los grandes impactos que puede generar en la vida de sus alumnos.
Para Erica, la formación debe ser en tríada: la institución educativa, la familia y el estudiante.
"Los papás son fundamentales, porque son ese eje que empuja, motiva, alerta y acompaña para que absolutamente todo salga bien, obvio, contando con la voluntad y la motivación de los estudiantes", explicó.
"El grupo fue complejo, pero nos sentamos con los papás e hicimos un plan de trabajo, porque la mamá mueve el corazón del que sea. Me reuní con las mamás de quienes iban perdiendo y les pregunté si querían perder el año", recordó.
Así que, Erica estaba atenta a todos los trabajos que tenían los estudiantes y les decía a las mamás que estuvieran pendientes de que los realizaran. De ese modo, logró que la mayoría de sus alumnos pasaran el año.
Liceo Nacional es como el cielo
En el año 2012, la docente dejó el Colegio San Simón y, por una recomendación de un instructor de la articulación, llegó a la Institución Educativa Liceo Nacional.
"El Liceo Nacional es como el cielo. Yo amo la Institución Educativa, porque uno trabaja muy bien con un ambiente laboral, bonito, colaborador, respetuoso y empático. Trabajar en este colegio es un regalo de la vida", recalcó.
Durante 11 años, ha sido docente técnica de contabilidad en la institución.
"El Liceo Nacional tiene un proceso que dirige psicoorientación, donde a las niñas les hacen un estudio de su perfil, de sus gustos, y se les da la oportunidad de conocer cada una de las profundizaciones y las especialidades", indicó.
Para motivar a las estudiantes de grados menores a décimo y once, Erica participa en Expomodalidades, un espacio en el que cada especialidad da a conocer aquello que aprenden en ella.
El amor por lo que hace es uno de aquellos elementos que desea transmitirle a los alumnos porque, según su pensamiento, el amor es lo más importante del mundo.
"El concepto más lindo de amor que existe está en la Biblia, dice que el amor es bondadoso, es servir, es dar sin esperar nada a cambio y es un compromiso. Yo siento que eso es lo que tiene la vida, en lo que sea que nos desenvolvamos", afirmó.
Para ella, es necesario que sus alumnas aprendan que del error se aprende y que las ideas brillantes salen de intentarlo, de atreverse a hacer.
"Mi base es enseñar con amor y enseñar para la vida, que lo que ellas aprendan les sirva para la práctica y para la vida. También me gusta que entiendan que el camino de cada uno es diferente, que las comparaciones son odiosas y que cada ser humano es único y hermoso", finalizó.