Conozca cómo puede afectar el litio usado en fármacos antidepresivos
Con el paso del tiempo el número de casos de enfermedades mentales ha incrementado, y con esto, el uso de fármacos ha aumentado.
Es por esto que es importante conocer los efectos de los medicamentos en nuestro cuerpo, y así diferenciar los síntomas presentados. También entender cómo actúa podría hacer que se fabriquen medicamentos con menos efectos colaterales y mejor funcionamiento.
Uno de los compuesto de medicamentos más usados por la psiquiatría, durante más de 70 años, es el litio. Es usado para tratar trastornos como la bipolaridad, con resultados muy efectivos, ¿por qué?.
Según un hallazgo científico, al consumir sales de litio las neuronas liberan internamente más calcio al tiempo que aumentan sus impulsos eléctricos y así se regula el ánimo –eufórico o depresivo– de estos pacientes.
Sin embargo, el uso en dosis elevadas de este compuesto puede generar efectos secundarios como agitación, dolor de estómago y movimientos de las manos difíciles de controlar, entre otros; y en dosis muy elevadas produce alteraciones en el hígado o los riñones.
El profesor Enrico Nasi Lignarolo, del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que “mostrar que la exposición a este elemento cambia las respuestas fisiológicas de células es novedoso, ya que casi no hay investigaciones sobre esta interacción”.
Caso de estudio
El profesor explico que: Los neurotransmisores son mensajeros químicos que transportan señales eléctricas de neurona a neurona durante la sinapsis (comunicación entre ellas). La luz es un ejemplo de estímulo externo que hace que se produzca este proceso.
Esto fue lo que se quiso analizar en el proyecto al exponer el litio a un grupo de células “inmortalizadas” –porque se reproducen constantemente–, en este caso cancerígenas, agrupadas en una incubadora, esperando a que se produjera algún cambio observable en la carga o en la composición de esta.
Se descubrió que el calcio, segundo mensajero en la comunicación de las neuronas, se liberaba más de lo normal dentro de estas, y que la respuesta eléctrica es mayor, lo que significa que su impulso (señal transmitida entre estas células) aumentaba.
Como las células miden una centésima de milímetro, su actividad se registraba por medio de minielectrodos que, conectados a un amplificador ultrasensible, detecta los diminutos cambios eléctricos producidos.
En la mediación del estímulo y la respuesta de las neuronas existe la “vía de señalización celular”, una especie de carretera que va llevando la señal, y cuyos intermediarios son los fosfoinositoles, familia de enzimas conductoras de esta vía y que activan proteínas fijadoras de nucleótido de guanina (tipo G), que son mensajeras y ayudan a que la señal llegue a la neurona y libere calcio.
Saber cómo funcionan las células permitirá no solo dilucidar mejor el impacto que tienen los medicamentos en la salud pública, sino también generar tratamientos más adecuados para este tipo de condiciones médicas.