El mal día que pasó una familia con una reconocida agencia de viajes en Ibagué

Lo que sería un viaje de diversión y descanso hacia la isla de San Andrés, acabó con tristeza y decepción para los 12 integrantes de una familia ibaguereña que compraron un paquete turístico con la agencia On Vacation.

Cambios a última hora, falta de soluciones, tener que estar en un aeropuerto por más de 10 horas y pagar con su dinero un nuevo vuelo, fueron los motivos que los llevaron a dar a conocer su historia. Esta es su denuncia.

“Somos una familia de 12 personas y compramos un paquete turístico con la empresa On Vacation para viajar a San Andrés”, dijo Camilo Zabala, quien pidió cambiar su verdadero nombre.

Luego añadió: “lo compramos en enero de este año y teníamos unos horarios de vuelo: salíamos el 28 de julio a las 10:00 de la noche y regresábamos el 2 de agosto a la medianoche”.

Con las maletas listas, sin embargo, empezaron las malas noticias. Antes, incluso, de haber empezado el viaje.

“Resulta que ellos, de manera abrupta y sin nuestro consentimiento, cambiaron los tiquetes. Nos programaron un vuelo de regreso para el 2 de agosto a las 4:00 de la mañana”, manifestó Zabala.

Ese pequeño detalle, dijo, causó muchos inconvenientes. En primer lugar porque ya habían comprado de manera particular sus vuelos Bogotá-Ibagué, y lo perderían, porque ese no era el plan inicial.

“La solución que nos planteó On Vacation es que viajáramos de Bogotá a Ibagué a las 4:00 de la tarde y, a través de correos, nos dijeron que asumirían la penalidad. Sin embargo, no parece ser así”, sostuvo.

Y explicó: “esa penalidad tenemos que pagarla nosotros a la aerolínea, que es Avianca, y On Vacation nos regresa ese dinero en bonos de servicios que solo podemos usar comprando más paquetes con ellos. Nos están obligando, básicamente, a volver a adquirir sus servicios. No nos dan la opción de devolver el dinero de la penalidad en efectivo”. 

Pero el enredo no acaba ahí. El cambio de vuelos generó una considerable espera en El Dorado, y algunos integrantes de la familia son adultos mayores.

“Mi mamá, por ejemplo, tiene 83 años. Ella, como todos nosotros, debemos esperar más de 10 horas en el aeropuerto sin condiciones de descanso. Porque llegamos a Bogotá a las 6:00 de la mañana y el vuelo a Ibagué sería a las 4:00 de la tarde”, aseguró. 

“Eso, sumado al hecho de que debemos entregar las habitaciones en San Andrés a las 4:00 de la tarde. Pasaremos la noche y el día sin descansar, después de un viaje agotador”, indicó.

Así pues, lamentó que no le ofrecieron otra solución para el descanso o para su bolsillo, tras el cambio de vuelos. “Llevamos más de una semana intentando solucionar con ellos, pero no hemos podido aún”, concluyó.