"Por cada menor que perdió la vida a causa del COVID-19 fallecieron cuatro en un siniestro de tránsito": Universidad Nacional
En Colombia se estima que por cada menor que perdió la vida a causa del COVID-19 fallecieron cuatro en un siniestro de tránsito. Se trata de un problema de salud pública que afecta, entre otras cosas, la productividad de país.
La ingeniera civil Natalia Tinjacá Mora, magíster en Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), asegura que los niños están en un alto nivel de exposición a accidentes de tránsito, en especial cuando son pasajeros de motocicleta.
Según la magíster, la Agencia Nacional de Seguridad Vial estima que cada año muere en Colombia un promedio de 300 menores de 15 años en siniestros viales, y más de 4.500 quedan lesionados, lo que afecta en mayor proporción a niños de zonas vulnerables, pues el 66 % de las muertes ocurrieron en municipios que no son capital de departamento.
Así mismo, afirma que “la siniestralidad vial es una enfermedad silenciosa y costosa que se ha convertido en una trampa de pobreza para la niñez y la juventud, pues afecta su desarrollo psicológico y motor, además de su capacidad adquisitiva cuando son adultos, pues muchos tienen que cargar con una lesión incapacitante de por vida”.
Explica que lo anterior ocurre porque en lugares vulnerables y más rezagados económicamente no hay calles en las que los niños puedan desplazarse de forma segura al colegio o a su casa.
Entre los 0 y 5 años la principal víctima es el peatón, seguido del pasajero de moto. A medida que un niño crece va accediendo a la moto, y entre los 10 y 15 años hay una preferencia por este medio de transporte.
La experta subraya que “atender los siniestros viales cuesta 9 millones de dólares al año en el mundo, y el 93 % de estos ocurren en países de bajos ingresos como Colombia”.
“Es la principal causa de muerte violenta en menores de 30 en el mundo, y en Colombia el 54 % de las víctimas son motociclistas, seguidos de peatones con 26 % y ciclistas con el 6 %”.