Epidemiólogos advierten que tras el COVID-19 las infecciones respiratorias agudas han incrementado
En este momento, el país afronta el incremento de casos del SARS-CoV-2, de infecciones respiratorias agudas y dengue.
Uno de los aspectos que influye en este escenario es la temporada invernal, cuyo incremento está protagonizado por el fenómeno de La Niña, que según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), estará presente en Colombia hasta finales de año.
El epidemiólogo Fernando Pío de la Hoz, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), advierte que la última epidemia en el país fue en 2020, y considera que una próxima se podría presentar a finales del presente año.
Según el Boletín Epidemiológico del Instituto Nacional de Salud (INS), con corte al 26 de marzo se han registrado 21.576 casos de dengue, de los cuales 10.233 (47,4 %) no presentaron signos de alarma, 10.953 (50,9 %) con signos de alarma, y 390 (1,8 %) de dengue grave.
El docente menciona que el dengue es una enfermedad autocontenida, es decir que en la mayoría de los casos se resuelve solo, de manera espontánea.
Sin embargo, explica que “una vez la persona tiene un síndrome severo el manejo no es tan fácil y requiere atención hospitalaria; hay que trasfundir al paciente con líquidos y se debe hacer de manera cuidadosa, porque cuando pasan los síntomas agudos, el líquido que se perdió en los vasos sanguíneos regresa, y si los médicos tratantes no han sido cuidadosos, la persona puede tener complicaciones adicionales”. En promedio en Colombia mueren entre 10 y 100 personas por casos graves de dengue.
“Dado que las epidemias de dengue afectan a un número importante de personas, puede haber un aumento significativo de ingresos de urgencias”.
Aunque entre las recomendaciones de las autoridades se sugiere intensificar la vigilancia, buscar casos, hacer un adecuado control vectorial y trabajar con las comunidades con el fin de concientizarlas acerca del correcto almacenamiento de agua, el uso de toldillos y la consulta temprana a los servicios de salud, lo cierto es que la transmisión de dengue está muy asociada con la desigualdad social y a la pobreza.
El profesor De la Hoz menciona entre otras causas, el crecimiento desordenado de las poblaciones:
- Falta de infraestructura de saneamiento básico.
- Deficiencia en las condiciones de salubridad lo cual ha hecho de América Latina una región altamente susceptible a grandes epidemias en los últimos 40 años.
“Las epidemias son cada vez más cercanas: mientras hace unos 30 años sucedían cada cinco años, hoy se presentan cada dos o tres años, en parte por el clima, pero en mucha mayor proporción por la movilidad del campo a la ciudad y el crecimiento desordenado de los entornos urbano”, anota.
Según el académico, los esfuerzos por combatir el dengue son infructuosos porque en la mayoría de los casos la calidad de vida de las personas no mejora.