Angustiante historia de cachorro que ingirió un anzuelo de pesca en Ibagué acabó con final feliz
Las historias adversas también acaban con final feliz, y se convierten en una anécdota para contar –rodeado de risas y una tensa calma– en un futuro más tranquilo.
Ese fue el caso de ‘Peritas’, una cachorrita que fue trasladada de urgencia al hospital veterinario de la Universidad del Tolima. ¿La razón? Había ingerido un extraño cuerpo que correspondía a un anzuelo de pesca.
"La perrita llegó porque los dueños se enteraron cuando se comió el anzuelo, frente a sus ojos. Estaban muy asustados. Era natural: como era una pareja joven y encima era un cachorro, se trataba de su hija", explicó Diego Echeverry, director del hospital veterinario.
Y agregó: "habían muchas posibilidades luego de que ingiriera el objeto. Se podía quedar enganchado en cualquier parte del tubo digestivo y perforar un órgano. Entonces le hicimos un examen radiográfico".
Así descubrieron que el peligroso anzuelo se alojaba en su intestino grueso. Sin embargo, más que susto, ese informe generaba tranquilidad.
"Si el cuerpo extraño no había generado daños mayores en intestino delgado, ni en estómago y ya estaba en colon, podría ser expulsado de manera natural, eso sí, bajo estricta supervisión médica", explicó el hospital.
"La experiencia que tenemos acumulada en el manejo de cuerpos extraños de muchos tipos y localizaciones nos indica que no siempre es necesaria la cirugía", agregó.
Así pues, estuvieron vigilantes para que no presentara manifestaciones de dolor, vómito, diarrea u otro signo que pudiera indicar que el anzuelo estuviera generando algún problema. Y así, la angustiante historia acabó con una lección.
"Los perros son como niños pequeños: descubren el mundo a través de su boca. Exploran, olfatean y, por eso, cuando tengan animales especialmente pequeños deben procurar no dejar objetos en el suelo, mucho menos uno que pueda poner en riesgo su vida", concluyó Echeverry.