Ancestralidad para tatuar: handpoke, la técnica desempolvada por un ibaguereño para pintar el cuerpo
Carlos Augusto Silva, un ibaguereño de 23 años, encontró en el handpoke, una técnica ancestral para tatuar el cuerpo, un estilo de vida que no solo le permite expresarse sino también hacer lo que más le apasiona: pintar.
Cuando Silva estudiaba artes plásticas en la Universidad del Tolima aprendió técnicas de dibujo, pintura, incluso de tatuaje, que lo llevaron a explorar este arte en donde se identifica al cuerpo como un lienzo de expresión.
“Ya conocía el tatuaje, pero no me había acercado a la técnica hasta que conocí el handpoke, que es a lo que me dedico y lo que me llevó a experimentar un montón de cosas y de formas”, señaló el joven.
Pero, ¿qué es el handpoke? Según Silva, esta técnica significa ‘golpe a mano’, tatuar simplemente con una aguja tradicional y una tinta para lograr crear formas y expresar lo que se siente y piensa.
“Esta técnica la adopté mucho a mi estilo de vida y empecé a llegar a la investigación para manejar una técnica ancestral muy manual, que es punto por punto hasta construir una línea”, enfatizó el joven artista.
Silva contó que la antigüedad de la técnica fue lo que lo cautivó, y es que el origen del tatuaje es indefinido y se remonta a tiempos relacionados con el inicio de las civilizaciones.
Hay tatuajes en momias egipcias de hace 3000 años, ya que esta técnica forma parte de la tradición de muchísimas culturas de Asia, África y Sudamérica, incluso, podría afirmarse que consiste en una de las expresiones artísticas más antiguas.
Cautivado por el origen de la técnica, el ibaguereño inició a practicar este estilo de hacer tatuajes con mucha paciencia y dedicación, porque a diferencia del estilo americano para tatuar, en el handpoke no se utiliza ni máquina ni energía para pintar el cuerpo.
“En este caso el handpoke es una concentración, como hallarse uno mismo y encontrar su energía para crear algo desde cero, con una agujita, tinta, guantes y mucha creatividad. He logrado hacer rostros con solo una aguja, es como no lo puedo creer”, enfatizó.
Además, Carlos utiliza tintas vegetales a base de plantas, con el fin de dar un producto amigable con el medioambiente, manteniendo esa ancestralidad de las culturas. Silva explicó que con este tipo de tintas, el tatuaje no se expande y queda más sólido con una durabilidad bastante buena y una textura muy diferente.
Asimismo, esta forma tradicional genera menos dolor, pero requiere de paciencia tanto del tatuador como de la persona que se va a tatuar, porque es una técnica de concentración y tranquilidad. No obstante, estos tatuajes son más costosos, debido a su forma de creación, ya que la tarifa mínima de un diseño con handpoke es de $100.000.
Silva, quien es uno de los pocos tatuadores que usan esta técnica en Ibagué, señaló que ha tenido una muy buena acogida. “No es solo tatuar, es conocer un poco de historia, arte. En Ibagué la acogida ha aumentado un montón, la idea es mejorar como artista para darle una buena experiencia a cada persona”, enfatizó.
El joven precisó que ahora lo que desea es dar a conocer el handpoke en muchos lugares de Colombia para llevar su estilo a otro nivel y que de esa forma conozcan su arte y su talento.
Finalmente, mencionó que es hora de dejar los estigmas a un lado y cambiar esa mentalidad de que los tatuajes y tatuadores son malos. “Son estilos de vida y hay que aprender a respetar, tenemos que dejar esos estigmas a un lado, simplemente es una decisión que tomamos como personas independientes”.