"Era un excelente ser humano": familiares y amigos rinden homenaje al ciclista Andrés Caviedes
Cientos de palabras faltarían para definir a Andrés Mauricio Caviedes, el ciclista aficionado que falleció en la tarde de ayer (jueves) luego de un trágico accidente en la vía Picaleña – Buenos Aires. (Ver: Noticia)
Y es que hay personas efímeras, pero que llenan completamente el corazón. Al menos así lo fue el deportista para su familia, amigos y allegados.
"Era un excelente ser humano. Era buen hijo, buen hermano, buen amigo, buen tío. Con él uno podía contar en cualquier momento", dijo uno de sus conocidos al recordarlo.
Y no es para menos, pues, con 38 años, Andrés Mauricio vivió cada uno de sus días siendo su mejor versión.
Entre ayudar a fundaciones de animales, hacer viajes, su trabajo como empresario y las rodadas en su bicicleta, construyó un castillo imposible de derribar: el de los buenos recuerdos.
"Él era un bacán y muy buen estudiante. Yo me acuerdo que fue un ciclista recreativo de muchos años. La verdad era un súper compañero de rodadas", expresó uno de sus allegados.
Su pasión por los deportes lo acompañó desde niño, ya que empezó a jugar fútbol desde pequeño y lo conocían como "el zurdo de oro".
"Jugó en las menores del Tolima, en las inferiores de Cali y alcanzó a jugar con Pasto", dijo otro conocido.
No solo el fútbol le corría por la sangre, sino también el ciclismo, en el que, con sus chocles y su equipo bien ajustado, consiguió amigos y divisó los mejores paisajes.
"Él empezó a montar hace más o menos siete años. Se iba a hacer recorridos con el papá. Comenzó a ir en un grupo que tenía con sus amigos, se llaman 'Los patos'. Era un apasionado", manifestó un amigo.
Hablar de Andrés tomaría unas cuantas líneas más, pero no todas hacen falta para mantener vivo su recuerdo: "desde siempre y para siempre".