Perdidos en el Nevado del Tolima: así sobrevivieron dos montañistas de Ibagué durante casi una semana

Un viaje de exploración que se convirtió en una verdadera aventura. Este es el relato de dos jóvenes ibaguereños, quienes se perdieron y lograron sobrevivir durante cerca de una semana en el Nevado del Tolima. 

Todo comenzó el 22 de febrero cuando, luego de planearlo, Natalia Rojas, de 26 años, y su amigo Andrés Casas, de 28 años, emprendieron un recorrido que parecía no tener fin. 

"El recorrido era de Juntas a Salento. El 22 nos hospedamos en Juntas y el 23 arrancamos con nuestro viaje. Nos hospedamos en Nieves ese día, y el 24 en Termales del Cañón", indicó Rojas.

El camino hasta este último lugar los había dejado, literalmente, emparamados.

"Nos mojamos durante 4 horas, entonces teníamos toda la ropa empapada. Por eso, el 25 decidimos quedarnos ahí todo el día para secarla", dijo. 

Y agregó: "el sábado 26 decidimos salimos ruta Termales - Primavera, que es como la ruta para llegar a Salento. Llegamos a un lugar de campo abierto y nos desviamos hacia la ruta Manizales". 

En ese momento, Natalia y Andrés supieron lo evidente: estaban perdidos en el Nevado del Tolima.

"Ese mismo día nos quedamos acampando. Ni idea de dónde estábamos. El domingo llegamos a un lugar, después de vivir una travesía de más de 60 kilómetros de recorrido, en los que subíamos y bajábamos montañas", contó. 

Sin embargo, una montaña con firmas escritas fue como hallar agua en el desierto, pues les sirvió como brújula para saber que allí llegaban las personas. 

"El domingo nosotros hicimos llamadas de emergencia, pero nunca fueron reportadas, no sirvieron. Allí nos quedamos sin batería, ese fue nuestro último punto de ubicación (...) ¿Qué errores cometimos? Nosotros alquilamos una batería, que nunca nos funcionó", dijo. 

Sin embargo, en medio del desespero que causa estar perdido, lograron mantener la calma, racionar los alimentos y recolectar agua lluvia en una botella. 

"Nosotros estuvimos en calma y tranquilos para tomar buenas decisiones", señaló.

Sus familias, al igual que ellos, no tenían ni la menor idea de dónde se encontraban, por lo que se activaron las alarmas para las autoridades. 

"No le informé la ruta a mi familia, ellos solo sabían que iba de Juntas a Salento, pero no sabían puntos claves. No nos registramos en la escuela y sin guía", lamentó. 

Luego de sumirse en la preocupación, vieron tres luces al final del camino. ¿No lo creen? Continúen leyendo. 

"Ese día nos encontraron tres extranjeros, quienes nos descienden a la Primavera, donde, a las 6:00 de la tarde, logré comunicarme con mi familia y decirles que estoy bien", expresó con alegría.

La travesía había llegado a su fin. El miércoles 2 de marzo se reencontraron con sus seres queridos y lograron enviar un mensaje a todos aquellos que quieran atreverse a cruzar el Nevado: visitas guiadas, buenas baterías, localización permanente y calma.