La historia detrás de la muerte de un vigilante en Mirolindo y la incierta prueba de embriaguez del responsable de su accidente
Sucedió en segundos. Juan Carlos Cofles iba en bicicleta de camino a su trabajo cuando un vehículo que se movilizaba por la avenida Pedro Tafur –con exceso de velocidad– perdió el control y embistió al ciclista que circulaba por la glorieta de Mirolindo. El reloj marcaba las 4:30 de la mañana.
En un plantón realizado semanas después en el mismo lugar donde falleció, los manifestantes aseguraron que no existe registro de la prueba de alcoholemia del responsable, y hasta este momento –aseguraron– tampoco hay una suspensión de su licencia de conducir. Es decir, el sujeto podría estar manejando libremente por la ciudad.
Frente a estas denuncias, EL OLFATO consultó al abogado de la familia de Juan Carlos para conocer en detalle estas posibles irregularidades, y también para averiguar sobre la situación actual del caso con Fiscalía y el victimario. Esto fue lo que contó.
El victimario y los hechos después del accidente
“En el momento del siniestro, las autoridades de tránsito solicitaron a la clínica Asotrauma (que fue el lugar donde se llevó al conductor del vehículo) la prueba de alcoholemia. El médico tratante que recibió al paciente estaba encargado de eso. Tenemos entendido que sí se solicitó la prueba, pero no sabemos si se realizó”, dijo Óscar Javier Cática, abogado representante de la familia Cofles.
Fuentes de la Alcaldía dijeron a esta redacción que la prueba de embriaguez no fue realizada por las autoridades –en el momento del accidente– porque el conductor estaba inconsciente. Por esa razón, la responsabilidad recaía sobre la clínica.
En el Informe Policial de Accidente de Tránsito (IPAT) se afirma:"Hipótesis de accidente: conductor vehículo número 1- 116 exceso de velocidad 112 desobedecer señales o normas de tránsito 114 aparente embriaguez".
Al respecto, el abogado Óscar Javier sostuvo: “La clínica Asotrauma no se ha pronunciado al respecto. Nosotros hemos solicitado colaboración a la Fiscalía para que los oficien, ya que este documento médico maneja una reserva. No es algo que se puede entregar a cualquier persona".
Y agregó: "Radicaremos un derecho de petición a la Clínica solicitando una respuesta para que explique qué sucedió con esta prueba de alcoholemia”.
Sin embargo, testigos del caso señalaron que –dentro del caos del siniestro– encontraron botellas de licor en el vehículo Nissan accidentado, de placas FOL-006. Además, de que el conductor, aseguraron, estaba visiblemente alicorado.
“El día de hoy aportamos unas pruebas. Las víctimas tienen derecho a aportarle pruebas al fiscal para que se las entreguen al juez de control de garantías, para demostrar en un futuro la embriaguez del señor Gustavo Germán”, manifestó el abogado.
De acuerdo con la ley 769 de 2002 del Código Nacional de Tránsito, en su artículo 131: “en todos los casos de embriaguez, el vehículo será inmovilizado y el estado de alcoholemia se determinará mediante una prueba”. Más adelante, el artículo 150 dice: “en los centros integrales de atención se tendrá una dependencia para practicar las pruebas mencionadas”.
No realizar la prueba de alicoramiento es una omisión grave que podría representar un obstáculo al curso de las investigaciones. Es por eso mismo que reclaman los familiares.
El victimario y su historial de sanciones
El defensor de la familia Cofles, aseguró que el responsable del accidente goza de plena libertad y todavía cuenta con su licencia de conducción. Es decir, no fue retenido como medida de aseguramiento.
“Uno de los puntos álgidos que generan indignación entre la comunidad es que Gustavo Germán tiene la licencia de conducción vigente. Puede estar conduciendo sin ninguna restricción ni problema”, dijo.
Y agregó: “Él salió de Asotrauma a los pocos días sin ninguna suspensión ni comparendo”.
Esta información sobre su licencia está basada en el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), donde el responsable aparece como conductor activo.
Además, el abogado aseguró que –tras revisar el Sistema integrado de información sobre multas y sanciones por infracciones de tránsito (SIMIT)– se encontró una serie de comparendos a su nombre.
Uno de ellos de 2020 por exceso de velocidad, y la realización de dos cursos pedagógicos por dos comparendos anteriores cometidos en 2013 y 2015. Estas informaciones son de carácter público y pueden ser consultadas si se cuenta con el número de documento de identidad del titular.
Por estas razones, la familia Cofles alzó su voz el pasado 21 de septiembre en rechazo de estos antecedentes y un posible caso de impunidad. (Ver: Manifestantes bloquean la glorieta de Mirolindo por muerte de vigilante a manos de conductor ebrio).
En este plantón los manifestantes aseguraron que la movilidad seguirá siendo bloqueada en los próximos días mientras la justicia no adelante acciones concretas para investigar y dar captura al conductor o, al menos, suspender su licencia de conducción.
"Yo le diría al responsable que se pronunciara, que diera su versión. Hay una familia dolida, que perdió un ser querido y que no ha podido descansar. Porque en estos momentos ha habido mucha confusión", dijo el abogado de la familia.
¿Quién era Juan Carlos Cofles?
La víctima del accidente era el hijo menor de la familia Cofles Sánchez. Vivía con sus papás y se encargaba de su manutención (mercado, víveres, servicios). No tenía hijos pero sí sobrinos con quienes departía constantemente.
“El día del accidente Juan Carlos no estaba de fiesta, no estaba en una discoteca. Él simplemente estaba madrugando para generar sus ingresos y colaborar a su familia”, explicó el abogado Óscar Javier Cática.
Es por estas razones que la familia pidió celeridad en las investigaciones e hizo un llamado al rigor por parte de las autoridades, para que Juan Carlos Cofles no se convierta en una cifra más de las tragedias que, cada fin de semana, están sucediendo por ebrios al volante en Ibagué.