Por coincidencia: así nació en 2002 el Día del tamal en Ibagué
Sucedió por una feliz coincidencia, por allá en 2002. El San Juan había pasado a un segundo plano, y todo se concentraba en el Festival Folclórico Colombiano con sus desfiles, danzas, certámenes y bandas musicales.
El entonces alcalde de Ibagué, Jorge Tulio Rodríguez, pensaba en ideas para un evento que pasara a la historia y fortaleciera el regionalismo. Fue ahí cuando —regresando de una jornada oficial— se cruzó con los periodistas radiales Mauricio Vargas y Germán Acosta.
“Nos encontramos, botamos corriente, y en algún punto el alcalde nos dijo que quería realizar un evento que trascendiera la historia”, recordó Vargas.
Por su parte, Germán Acosta hizo memoria y dijo: “le sugerimos que hiciera un evento diferente a la programación de todos los años y la propuesta que resultó fue un homenaje al tamal. Ahí nació la idea”.
No obstante, el alcalde también había manifestado esa inquietud por un evento trascendental al periodista Henry Rengifo, exjefe de redacción del desaparecido Semanario Tolima 7días. Él también contó su versión.
“Le expresé al alcalde que el Tolima necesitaba generar hechos que estimularan el sentido de pertenencia. La mayoría de regiones además de tener sus platos típicos, los resaltaban a través de festividades. Los paisas incluso entregaban un collar de arepas, debíamos seguir esos pasos”.
Aunque no hay claridad sobre quién le propuso primero el Día del tamal al exalcalde Jorge Tulio, lo cierto es que nació por esa feliz coincidencia.
“Reunimos a un grupo de tamaleros y les planteamos el día del tamal para vender sus productos. Fue así como lanzamos el decreto y fue un verdadero éxito. Tuvimos todo el apoyo de la prensa. Se reunieron más de 150 tamaleros aquel día”, indicó el exalcalde Jorge Tulio Rodríguez.
El decreto 0265 de 2002 (que menciona Jorge Tulio) hacía la siguiente declaración: “el tamal se ha erigido en símbolo de la identidad tolimense (…) En consecuencia, se decretará el día 24 de junio como día del tamal tolimense, y se celebrará con lujo de detalles en la Plaza de Bolívar, en la que se convocará al pueblo ibaguereño y las personalidades destacadas”.
Lo que nadie imaginaba era que la actividad —aparentemente trivial para unos—recibiría una respuesta masiva por parte de todos. Tanto fue así que el personal de logística se vio en la obligación de habilitar nuevos espacios calles abajo, en el Parque Murillo Toro.
A dicha festividad además asistió el grupo Silva y Villalba. Se hicieron homenajes a personas eminentes y les entregaron (ahora sí) el collar del tamal.
Los ciudadanos hicieron lo suyo y se apropiaron tanto del evento que, a día de hoy, muchos identifican el 24 de junio con el Día del Tamal más que con el Día de San Juan.
Los empresarios, por su parte, que vendían en sus establecimientos por encargo y que sacaban sus ollas cada fin de semana, acudieron por montones a la plaza, y desde ese instante comenzó a gestarse un tributo cada año en torno a la masa de arveja y carne, forrada en hojas de plátano.
Por eso, este jueves 24 de junio, apoyemos la industria, rememoremos las raíces y pidamos un tamal tolimense.