Asobares dice que nuevas restricciones no afectarán en gran proporción a negocios de rumba
El presidente de Asobares Ibagué, Andrés Nossa, indicó que las medidas adoptadas por la Administración Municipal para Semana Santa no afectan en gran proporción a los establecimientos nocturnos.
“Esto ya lo veníamos teniendo en conocimiento desde Asobares. Las grandes superficies, es decir, establecimientos de más de 200 personas que son los que están en el sector de Mirolindo, habíamos acordado que el jueves y viernes Santo no íbamos a aperturar los establecimientos de comercio”, dijo.
“Esto lo pensábamos hacer por respetar el tema de la Semana Santa y también por colaborar con lo que tiene que ver con el aumento de casos COVID-19 por acumulación de gente”, añadió.
La medida de toque de queda irá a partir de las 12:00 de la noche del 26 de marzo hasta las 5:00 de la mañana del 27, y así sucesivamente hasta el lunes 29 de marzo.
Asimismo, dicha restricción se repetirá desde el miércoles 31 de marzo hasta el 5 de abril.
Sin embargo, indicó que en Ibagué más del 70 % del comercio nocturno son bares pequeños que “ellos con la operación en el horario que nos restringe hasta la media noche pueden funcionar con normalidad. Digamos que la afectación se da más para esas grandes superficies, pero ellos han decidido hasta el momento que no operar en esos días”.
El renacer del sector nocturno
Por otra parte, en cuanto a los Planes Piloto de la Alcaldía, Nossa explicó que si se ha visto “una verdadera reactivación económica, la cual nos ha dejado el sostenimiento de los establecimientos y volver a contratar este personal que se había perdido”.
También, señaló que en general ha sido positivo el balance de la reapertura del comercio nocturno.
No obstante, muchas personas han manifestado a través de redes sociales su descontento con el funcionamiento de estos establecimientos, ya que indicaron que no ha habido un verdadero control del aforo dentro de los mismos.
Por ello, el vocero dijo que en conjunto con la Secretaría de Salud y la Policía se está haciendo el respectivo control y supervisión de los lugares para verificar que si se estén cumpliendo con los protocolos de bioseguridad.
“La idea de esto es no perseguir al comerciante sino de saber que si incumple se le va a sancionar con cierres como ya se ha venido haciendo”, concluyó.