Asi titula el libro escrito en el año 2016 por el ex – ministro de Salud y actual rector de la Universidad de Los Andes Alejandro Gaviria, un interesante texto compuesto por 12 ensayos, fruto de las reflexiones e inquietudes sobre temas que apasionan al autor y que él mismo autodenominó como una “catarsis y manifestación de optimismo por el mundo de las ideas”.
Pues bien, dicho libro, además del valor inspirador para quien escribe estas líneas, nos permitió, una vez más, reflexionar sobre la importancia que representa para nuestra democracia promover, sin dogmatismos ni pretensiones de amplios conocimientos, debates con argumentos y sentido común, huyendo de utopías regresivas, retórica pomposa y de quienes destruyen criticando sin haber construido.
Los cambios sociales que tanto necesitamos en estos momentos no surgen del “Yoismo”. Nuestros gobernantes no pueden caer en el error del egocentrismo, el individualismo o la autoconfianza y creer que tienen la última palabra. Por ello resulta indispensable “llevar la contraria”, no para atravesarse en el camino o convertirse en el palo en la rueda, sino para plantear discusiones propositivas, que permitan avanzar en las reformas permanentes y necesarias para el bienestar general.
Esa fue la esencia de nuestra propuesta del 7 x 7 como alternativa para reactivar la economía de nuestra ciudad, dejando de lado las medidas restrictivas de confinamiento y cierre de actividades comerciales, para darle paso nuevamente a una Ibagué productiva 7 días de la semana, acompañada del control estricto y permanente de las autoridades y la autorresponsabilidad de los ciudadanos.
Lo anterior solo es posible uniendo esfuerzos gobierno, comercio organizado, entidades públicas, EPS´s, bancos, trabajadores informales y ciudadanía en general, como promotores y cumplidores de las medidas de bioseguridad, autocuidado y protección, que permitan garantizar la vida, salud, trabajo y subsistencia de los Ibaguereños, sin dejar de lado las inversiones en materia de promoción, prevención y fortalecimiento de la red de salud pública local. Como en la pirinola, todos ponen.
Mas allá de las burlas, los insultos y ataques recibidos a través de redes sociales o que expresamente dicha propuesta no hubiese sido si quiera mencionada por el alcalde de Ibagué en su última alocución oficial, nos llena de profunda satisfacción que el clamor ciudadano fuera escuchado y que en adelante el reto sea garantizar una ciudad económicamente productiva, sin bajar la guardia en la disciplina social, que necesitamos se convierta en el principal compromiso de todos.
Cierto, ningún gobernante estaba preparado para este reto, por eso construir, paso a paso, conocimiento práctico para resolver los problemas sociales derivados de la pandemia y aquellos preexistentes, como el desempleo, es una tarea de todos los días. Recordemos que el 37.6% de la población, (90.000 Ibaguereños), se encuentran desempleados, la informalidad está por encima del 54.2% y tenemos la segunda tasa más alta de desempleo juvenil a nivel nacional: 51.7%.
El siguiente paso será avanzar, con todas las medidas de bioseguridad, en la reactivación de los demás sectores económicos que llevan meses pidiendo ser escuchados: operadores turísticos, gimnasios, canchas sintéticas, clubes deportivos, billares, establecimientos de comidas nocturnos, bares y discotecas, entre otros, harán parte de este reto que como ciudad tenemos.
Concluyó compartiendo esta oportuna visión del autor del libro que, abusivamente, tome como título para esta columna: “Lleven la contraria, expresen siempre su desacuerdo, no escondan sus opiniones o preferencias. Nadie se ha arrepentido de haber sido valiente".