Así funciona el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Cortolima
La ardua tarea de los biólogos, veterina- rios, asistentes de aseo y alimentación del Centro de Atención y Valoración Animal, CAV, de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, ha permitido que la labor de rescate, rehabilitación y liberación de animales continúe.
Esta labor es posible gracias al apoyo de la Policía Ambiental, el Ejército Nacional y la comunidad, que al dar aviso y ayuda oportuna permitieron que, en lo que va del año, 404 individuos de fauna silves- tre hayan recibido la atención necesaria para regresar a su hábitat, como ya lo han hecho 151 de ellos.
En el marco de la emergencia sanitaria decretada por el Gobierno Nacional y el aislamiento preventivo, los avistamientos y encuentros con fauna silvestre se han incrementado, por lo que también el trabajo de los profesionales del CAV quienes han tratado animales heridos por motivos que van desde atropellamientos, accidentes con cableados a ataques de otros animales o seres humanos.
Trabajo profesional con pasión
Es de esta manera, como en las insta- laciones del CAV, ubicadas en la vereda Llanitos, en Ibagué, los profesionales y técnicos desde tempranas horas de la mañana alistan los alimentos bajo régimen dietario que deben consumir los animales que se encuentran en recuperación. Así mismo, medican y atienden a aquellos que requieren de cuidados especiales por su condición de salud.
“Una vez ingresan les hacemos la acomodación respectiva, el cambio de dieta si lo requiere, duran entre 8 y 15 días en la zona de arribo dependiendo de cada individuo. De ahí se agrupan por especie o individuo en las cuarentenas. En esta zona contamos con un operario de alimentación y dos sanitarios, dos biólogos, un veterinario presente y otro orientan- do vía telefónica, más una pasante”, explicó Indira Vallejo, bióloga del CAV.
Por su parte, el biólogo Jhon Ortíz se alista para salir a realizar los rescates programados para el día, más aquellos que surgen durante la jornada. Este trabajo lo lleva por diferentes municipios del Tolima y es posible, en su mayoría, por la acción ciudadana que denuncia y da refugio a los animales que los necesitan.
“En este trabajo de rescates buscamos acoger a toda la fauna que se encuentre vulnerable en el departamento, ya sea porque son individuos neonatos, están heridos o se encuentran fuera de su hábitat natural. Es un trabajo arduo, pero también gratificante al ver los resultados en algunos animales que se rescatan.”, explicó Jhon Ortíz.
Fauna local
Entre las especies que se han vuelto re- currentes en los rescates se encuentran las zarigüeyas (Didelphis marsupialis), por su cercanía con las viviendas hu- manas; las tortugas (Chelonoidis carbonaria), muchas de ellas entregadas voluntariamente luego de ser mascotas; y aves como garzas negras (Phimosus Infuscatus).
A los animales que son rescatados se suman aquellos que son confiscados como parte de un trabajo mancomunado entre Cortolima y las autoridades policivas por prevenir el tráfico ilegal de especies, de ahí que durante 2020 se han recuperado 79 individuos, entre ellos 28 aves, dos mamíferos y 49 reptiles.
“En el área biológica hacemos ambientaciones y acomodaciones locativas para darles mayor bienestar, como en el caso de los psitácidos como cotorras, pericos, guacamayas y loros, se les acomoda con perchas en madera para que puedan desgastar el pico, las garras y tengan una mejor postura, pues casi siempre los encierros de los que vienen son jaulas pequeñas metálicas”, agregó la bióloga Indira.
Este trabajo minucioso y enfocado a la rehabilitación de los animales busca que finalmente puedan regresar a la vida silvestre con autosuficiencia, e incluye cuidados de crianza artificial y cuidado parental a crías, manejo homeopático para disminuir el estrés en individuos agresivos con el ánimo de reincorporarlos más fácil a grupos, y manejo clínico de heridas y rehabilitación física.