Olga Lucía Alfonso: la ‘dama de hierro’ del Tolima
Olga Lucía Alfonso Lannini creyó durante toda su infancia que lo que más le gustaba en la vida era el campo y los animales. No se veía ejerciendo una carrera distinta a la veterinaria, así que en cuanto terminó el colegio, con tan solo 15 años, decidió iniciar los estudios en la que creía era la carrera de sus sueños.
“En esa época había muy pocas facultades de veterinaria en el país, así que me fui para Villavicencio. Allí estuve un año, pero me di cuenta que no era lo que realmente me gustaba y quería ser”, cuenta.
Quería una profesión que le permitiera generar posibilidades de aportarle algo a la sociedad y sintió que la economía era una gran opción para hacerlo. Aunque como muchos otros jóvenes que apenas van a salir al mundo profesional, se vio ocupando buenos cargos en importantes empresas, no pensó que sería desde lo público.
Sin embargo, su disciplina, talento y el carácter que sí le sobra, la llevaron a ser parte de este mundo con mucho éxito, convirtiéndose en una de las mujeres más reconocidas e influyentes en el sector público en el Tolima.
Y si no que lo diga su hoja de vida: asesora financiera de la Alcaldía de Ibagué por ocho años, integrante de los gabinetes de Óscar Barreto en sus dos mandatos como gobernador del Tolima, directiva de la Universidad CUN, integrante del Ministerio de Tecnologías y las Comunicaciones (MinTIC) que fue liderado por Diego Molano entre 2010 y 2015.
Sin mencionar su actual logro: Directora de la Corporación Autónoma Regional del Tolima. (Ver: Olga Lucía Alfonso, la carta del ‘barretismo’ para la dirección de Cortolima)
Reconoce que no ha sido fácil y no por los duros retos que exige cada cargo y mucho menos por falta de capacidades, sino porque Colombia y Latinoamérica siguen siendo una sociedad bastante machista.
“Los hombres a veces creen que solo por ser mujer no se tienen las mismas capacidades, pero creo también que a medida que la mujer encuentre su capacidad y tenga liderazgo consigue las oportunidades”, narra Alfonso Lannini.
Un ejemplo de esto, es que el mismo día que salió de su cargo como asesora financiera para la Alcaldía de Ibagué, consiguió entrar como docente a la universidad que tan solo unos meses después estaría dirigiendo.
“Cuando salí de trabajar por ocho años en la Alcaldía recuerdo que me detuve y al frente estaba la Universidad CUN, pasé la calle y me dije: voy a llegar a ser directiva de esta institución. Dicho eso, decidí entrar y preguntar en la recepción quién era la persona que manejaba la coordinación académica, fui ante ella y le dije que quería dictar clases (ya había hecho cátedra en la Universidad del Tolima), le conté sobre mi trayectoria y estudios e inmediatamente ella me pasó un horario, me explicó que necesitaba que le cubriera algunas clases y que fue como si me hubiera llamado. Ese lunes empecé y luego de unos pocos meses ya estaba dirigiendo esa universidad en Bogotá”, comenta con orgullo.
Sin embargo, esto no es gratuito, gran parte de todos estos logros son gracias a su fuerte carácter y su inagotable disciplina.
“Yo soy una persona de carácter, sí, pero es distinto a ser malgeniada. Me gusta hacer las cosas bien hechas, soy exigente con lo que me propongo y me gusta tener posiciones, pero el ser una persona de carácter no quiere decir que uno no sea humano, que comprenda las dificultades, que pueda ser amiga, empática”, asegura.
La Directora de Cortolima comenta que es algo que le agradece a su papá, su gran referente en la vida y quien lamentablemente falleció hace tres años. Cuenta que fue militar, así que, desde muy pequeños, a ella y sus tres hermanos, les inculcó la importancia de tener clara sus metas, de ser correctos y de hacer las cosas siempre de la mejor manera.
Una característica que pasó también a sus tres hijos, ya que debía combinar su rol como madre más todas las obligaciones laborales que siempre ha tenido.
“A mis hijos los tuve que criar muy sola porque su papá tenía un trabajo que lo hacía viajar constantemente. Algo que me hizo ser una mamá exigente, disciplinada, pero que ahora se siente muy satisfecha porque hoy ya son hombres adultos profesionales y correctos”, dice.
Una disciplina y seriedad que quedan atrás cuando se trata de hablar de su pequeño nieto de cinco años. El rostro de Alfonso Lannini se ilumina con solo mencionarlo, por eso no tiene reparo en aceptar que es su gran debilidad.
“Cuando viene a visitarme trato de dedicarle la mayor parte del tiempo, me gusta hacer viajes con él sola y es que el niño a mí me hace muy feliz”, motivo por el que no le disgustaría para nada que sus otros dos hijos le dieran más nietos.
Sus aspiraciones futuras
Es franca al decir que recibió a una entidad retrasada en sus procesos e ineficiente en su conexión con la comunidad a la que le sirve.
“Encuentro una entidad un poco retrasada en sus procesos, procesos que se hacen como se hacían hace 30 años, por ejemplo, aún se giraban cheques cuando eso ya no se hace casi que, en ninguna parte, para eso están los portales electrónicos (…) Si salgo a la calle y le pregunto a los ciudadanos, a los alcaldes, a los empresarios, a los ambientalistas, a todos los usuarios de esta entidad, la respuesta que encuentro generalizada es que la entidad es ineficiente”, puntualiza.
Razón por la que garantiza buscará una corporación más cercana a la gente, que va hasta los territorios para solucionar las problemáticas ambientales que se presenten, ya que no se debe olvidar que es una entidad policiva que debe ejercer control y vigilancia de los recursos naturales, de la flora y la fauna.
¿Alcaldesa de Ibagué o gobernadora del Tolima?
Si algo por lo que reconocen a esta mujer es por ser una de las personas más influyentes dentro de una de las casas políticas más importantes del Tolima: el barretismo. De hecho, declara con orgullo que más que un líder político, para ella el exgobernador Óscar Barreto “es un amigo entrañable y una persona que respeto y quiero”.
Una cercanía por la que muchos se preguntan si será una cuota para próximas elecciones de Alcaldía de Ibagué o Gobernación del Tolima.
No obstante, la Directora de Cortolima entiende lo que significaría esta respuesta, por eso muy diplomáticamente afirma que está centrada en su actual cargo y que no lo ha pensado. Solo finaliza diciendo: “no sé”.