Está bien que haga berrinches, pero le suplico que no intente enfrentar en un debate a Jaramillo.
La participación del alcalde de Ibagué, Guillermo Alfonso Jaramillo, en un cabildo abierto convocado por el Concejo Municipal de Cajamarca, despertó la furia del alcalde de la “Despensa Agrícola de Colombia”, William Hernando Poveda.
Mientras en el recinto del Concejo se desarrollaba el cabildo abierto sobre la iniciativa ciudadana de consulta popular minera, el Alcalde de Cajamarca participaba de un evento de "Familias en Acción", al cual las beneficiarias del programa debían asistir de manera obligatoria y firmar asistencia al finalizar la jornada. En su intervención, el alcalde Poveda se fue lanza en ristre contra Jaramillo, acusándolo de meterse en asuntos que no son de su competencia.
La violenta reacción de Poveda causó extrañeza a muchos tolimenses, excepto a los cajamarcunos que conocen la cercanía de su administración con la multinacional Anglogold Ashanti, la cual haciendo gala de su política corporativa de “Responsabilidad social empresarial” ha patrocinado diferentes eventos como las Ferias y Fiestas de Anaime, la Semana de la Juventud y el lanzamiento de la Cadena Productiva de la arracacha, entre otros.
De otra parte, el mismo gerente de asuntos corporativos de la multinacional minera, Carlos Hernando Enciso, ha aceptado en este medio que partidos políticos como el Partido de la U, recibieron aportes de AGA para financiar sus campañas.
Con estos antecedentes, más que el berrinche de Poveda, lo que sorprende es su insolencia cuando reta a Jaramillo a un debate sobre la iniciativa de consulta y la minería.
Varios cajamarcunos tuvimos que sufrir vergüenza ajena, cuando en un evento en la vereda La Ceja, Poveda “quedó como un zapato”, no solo ante los argumentos del Alcalde de Ibagué, sino también ante los discursos contundentes del Alcalde de Salento y el Gobernador del Quindío, quienes coincidieron en la importancia de hacer frente común para la defensa del territorio. Al final del evento, Poveda se resignó y de mala gana firmó un pacto público por el agua.
En recientes declaraciones de Poveda, se evidencia que no tiene la más remota idea del procedimiento que se adelanta en su Municipio: “Si la consulta minera pasa en el Concejo entonces tendré que entrar a actuar cuando llegue a mi despacho para sancionar el proyecto y enviarlo al Contencioso Administrativo, o tenga que decir a los concejales que se los devuelvo por inconveniente, por vicios de ley. Tengo que actuar en derecho”.
Si el Alcalde pretende enfrentar a Jaramillo en un debate, primero debe buscar un asesor jurídico que le explique que el Concejo no emitirá ningún proyecto o acuerdo, sino que deberá emitir un concepto, bien sea de apoyo o rechazo a la iniciativa ciudadana.
También debe enterarse el Alcalde que dicho documento no le llegará a su despacho, sino que llegará directamente al Tribunal Administrativo del Tolima, así que no podrá enviar ni devolver nada a nadie.
De igual manera, si el Alcalde no quiere seguir haciendo el ridículo, tendrá que buscar asesores que le expliquen cuáles son los títulos mineros vigentes en su Municipio y cuáles de ellos se extienden hasta Ibagué y hasta Salento, para que deje de creer que el tema le compete únicamente a Cajamarca.
Para este fin, también sería importante que alguien le indicara cómo funciona el sistema hídrico que abastece la cuenca mayor del río Coello, para lo cual le sugiero este documento.
Finalizo insistiendo al alcalde de Cajamarca, William Poveda, para que se retracte en su intención de quedar en ridículo y hacer quedar en ridículo a los cajamarcunos asumiendo un debate para el cual no tiene la suficiencia argumentativa ni el nivel político.