Registra este medio que siete de los 19 miembros del Concejo Municipal de la ciudad, para la vigencia del 2013, no presentaron iniciativas. Al ser entrevistados los cabildantes argumentaron estar concentrados en el control político.
La ley 136 del 94, en su artículo 71 dice que las iniciativas ante el concejo las presentan los cabildantes, los alcaldes y en lo relativo a sus atribuciones, los personeros, los contralores y las Juntas Administradoras locales. Así mismo, el parágrafo 1º. De ese artículo, precisa los numerales 2, 3 y 6 del artículo 313 de la carta magna, como que sólo podrán ser dictados a iniciativa del alcalde.
Resulta interesante porque en esos numerales, está la gestión de autogobierno que debe cumplir el concejo, que se resumen en la adopción de planes, programas de desarrollo económico y social y de obras públicas, la autorización al burgomaestre para la celebración de contratos y la definición de la estructura de la administración municipal y la creación de establecimientos públicos y empresas industriales o comerciales, así como la autorización de sociedades de economía mixta.
En ese orden de ideas, y conforme las necesidades de la ciudad, el control político resulta indispensable, para que el alcalde cumpla con su programa de gobierno, el mismo que pregonó en campaña y debe hacer realidad, una vez en ejercicio. Pero eso no está pasando al interior del cabildo. Y eso es un común denominador en el 99% de los municipios del territorio nacional. Los concejales deben cargar como una ruta de navegación, el programa de gobierno, y cerciorarse de que se está cumpliendo.
La experiencia muestra, que los Acuerdos aprobados y que han sido iniciativa de los concejales, duermen el sueño de los justos en los archivos. Entonces, la idea no es presentar proyectos por cumplir un requisito o una formalidad.
Para la ciudad, resulta interesante tener concejales, proactivos y pilosos, que estén preparando proyectos, que tengan relación directa con sus compromisos de campaña o el desarrollo de un programa específico y que traigan de verdad beneficios para los ciudadanos. Y por nada del mundo permitir terminen engavetados.
Así las cosas, el resultado inmediato de la gestión de los concejos, esta ligado al control político, y de esta manera obtener resultados respecto de la ejecución de planes, proyectos y programas. Es decir no puede haber divorcio entre la gestión del primer mandatario y la competencia de éste.
Lo anterior debe llamar a la reflexión a los cabildantes, porque la floja percepción que tienen los ibaguereños de su concejo municipal, es directamente proporcional a la mala nota del Alcalde. ¿Por qué? Pues porque no están haciendo la tarea bien.
Todos los ciudadanos tienen derecho a inspirar a un cargo de elección popular, pero caramba, es irresponsable asumirlo sin la debida preparación, porque ahí están los resultados.
Abogada.