“Aquel hombre le dijo a Jesús: si puedes, sana a mi hijo; — ¿Cómo que “si puedo”? —Preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree.” Marcos 9:22b-23
Vivimos en una época que proclama tener más valor una imagen que muchas palabras. La gente está ávida de ver un milagro en sus vidas, pero no saben cómo conseguirlo y esto es lo que les lleva a querer hacer correrías por sitios de internet o templos donde se ha oído decir que el fuego de Dios se ha visto pasar con frecuencia avivando la fe de muchos. Pero: ¿fue de ese modo como dijo el Señor que ocurriría?
De un lado, líderes espirituales buscan estrategias para atrapar la atención de sedientos espirituales, que alivien sus ansiedades existenciales; del otro lado, un puñado no pequeño de hombres y mujeres, recorren con lista en mano, buscando un lugar donde puedan recibir un poco del poder de Dios.
Si la gente supiera que lo que hoy más hace falta no es el poder de Dios, pues jamás ha faltado, sino nuestra capacidad para confiar en Él. Que lo que necesitamos es conocer más a Jesús para comprender que Él es quien nos libera de nuestras cadenas, tristezas, dudas y errores.
Jesús nos pide que confiemos en Él. Incluso si tenemos dudas, y a causa de ellas le presentemos sin temor nuestras dudas y Él nos dará más confianza.
Los temores reflejan la distancia a la que nos sentimos de creerle a Dios y a su Palabra. CONFIAR en Dios es ver anticipadamente lo que nos ha prometido y dijo que sucedería. Es acudir a Dios aún en los tiempos más oscuros y esperar a que Él arregle las cosas. Confiar en Dios es asumir un desprecio consciente por nuestras circunstancias y lo que resulte de ellas.
Una de las razones por las que nos aferramos tanto a esta vida, es porque sabemos que un día de estos se nos va a acabar.
Por ello, la elección más importante es la de vivir por fe: esto es, vivir con Dios o vivir sin Él. Esa elección tendrá consecuencias para nuestro futuro en la tierra y en la eternidad.
Vivir por fe, es creer que el Señor del universo quiso que existiésemos, que se interesa por nosotros y desea darle sentido a nuestra vida.
Vivir por fe es vivir libres del pasado, es tener siempre un nuevo impulso cada día para vivir el presente, y saber que hay una puerta siempre abierta para entrar en el futuro eterno.
Vivir por fe NO es un salto a lo desconocido, SINO un paso hacia Alguien. Alguien que lo sabe todo, que puede leer en los lugares más recónditos y ocultos de nuestro corazón, que conoce nuestros pensamientos más secretos e igualmente todas esas cosas que hemos hecho y que nos avergüenzan. Alguien que está por encima de todo, en el origen de todo, y es dueño de todo, Jesucristo, el Señor. Señor, ¡ayúdanos a honrarte confiando totalmente en ti!
Reverendo. Iglesia Bautista de la Fe - Cali (Valle).