No deje que le saquen la piedra durante las fiestas
Con la época de festividades llegan también el licor y el aumento de riñas, por eso el llamado es a controlar ese sentimiento de ira que nos lleva a enfrentarnos con otros, la mayoría de las veces, por situaciones que pueden solucionarse con el diálogo.
La psicóloga clínica de la Universidad Konrad Lorenz, Diana Milena Castellanos Otálvaro, le explicó a EL OLFATO que la ira es una emoción biológica, es algo innato al ser humano que no debe avergonzarnos, pero que es necesario controlar para evitar situaciones de violencia. (Ver: Tolimenses ‘embejucados’ protagonizaron 8.233 riñas durante el 2017)
¿Qué es la ira?
La ira es una respuesta biológica frente a una situación que causa frustración, un momento en que las hormonas del estrés (adrenalina, noradrenalina y cortisol) le envían una señal al cuerpo indicando que hay algo que no está bien y es necesario estar alerta. Esta reacción hormonal acelera el corazón, hace que las manos suden y que usted sienta un vacío en el estómago.
Después de que el cuerpo reconoce ese estímulo, viene la parte emocional, en la que se genera un deseo penoso de venganza que Castellanos divide en dos momentos: “Uno, tenemos ese deseo que nos incita a tomar una actuación. Dos, es penoso porque indica que hay un sufrimiento”.
Esta llamada “venganza” no es más que una forma de quedar a mano con ese dolor ocasionado. “Es un momento en el que se deja de obrar con respecto a la cognición (razón) y empieza la emoción”, dice, para explicar que este es un sentimiento que cualquier persona puede experimentar; pero entre el sentir y el actuar está esa línea que separa a la razón de la emoción.
Bajo el efecto de lo emocional, una persona pierde el control y puede que ni recuerde lo que sucedió. “Lo mismo que pasa cuando uno está en una situación de peligro, como un atraco, en el que realiza cosas que ni recuerda cómo hizo”, explica la psicóloga.
la ira no a todos nos domina
“La ira, la angustia y la ansiedad salen en el ser humano como una herramienta para defenderse ante el peligro, igual que en los animales”, afirma la experta.
Sin embargo, diferimos en que tenemos un contexto social que nos enseña a controlar estas fuertes emociones. Como lo explica la psicóloga, los humanos nacemos un poco incompletos y terminamos nuestro desarrollo una vez iniciamos el contacto con la sociedad.
Este desarrollo se manifiesta físicamente, como en la maduración de los pulmones; así como en el desarrollo del mismo cerebro. “Cuando nosotros hacemos ese proceso, estamos pasando por el primer contacto con la sociedad, que nos aporta algo muy particular, las normas sociales que rigen nuestro comportamiento”, indica la profesional.
Asimismo, reconoce que el contexto nacional de los colombianos también es un factor importante a la hora de entender por qué somos tan violentos: “Tenemos que hablar desde nuestro contexto de violencia, si miramos lo que es nuestro país, hemos tenido que vivir desde el conflicto armado y eso de una u otra forma nos ha enseñado la alternativa de solucionar los conflictos por medio de la violencia”, comenta.
Por esta razón, en el marco de las fiestas, Castellanos invita a las personas a respirar profundo y contar hasta diez en esos momentos de ira.