"Soy coautor en el asesinato de un grupo de jóvenes de Soacha": la dura confesión de un coronel retirado ante la JEP

"Acepto mi responsabilidad, me reconozco como coautor en el asesinato de un grupo de jóvenes por mis subalternos en Soacha y trasladados a Ocaña", fue la dura confesión del coronel retirado Rubén Darío Castro ante la JEP sobre los 'falsos positivos'. 

Como él, diez militares retirados y un civil han reconocido su responsabilidad en los crímenes de guerra, frente a los familiares de sus víctimas, durante una audiencia pública realizada este martes.

El primero en confesarlo fue el suboficial retirado Néstor Guillermo Gutiérrez, quien reconoció públicamente su participación en las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en el Catatumbo, Norte de Santander.

“Reconozco mi responsabilidad a título de coautor en los crímenes y homicidios que cometí. Asesinamos personas inocentes, campesinos. No únicamente fue en esa época, eso ya era como una política que se llevaba dentro de las filas”, dijo.

Acto seguido, Gutiérrez manifestó que –obedeciendo esa orden– fabricaba toda una 'fachada' para ocultar sus crímenes.

"Maquinamos un teatro para mostrar un supuesto combate, por la presión que había de los altos mandos. Yo ejecuté, yo asesiné familiares de los que están acá, llevándolos con mentiras, con engaños", relató.

Luego agregó: "Disparándoles, asesinándolos cruelmente y poniéndoles un arma para decir que era un combate, que eran guerrilleros, y manchar el nombre de esa familia, destruirla, dejar unos hijos sin padre, dejar unos padres sin hijos".

Ese modus operandi se repitió en las confesiones siguientes, la única diferencia fueron los nombres de las víctimas y sus rostros.

"Existía una banda criminal al interior de la brigada, de la cual tuve conocimiento, la cual no denuncié ni investigué, la cual fue creada con el único fin de incrementar los resultados operacionales con una exigencia que no era sino la de bajas en combate a como diera lugar", indicó el teniente coronel retirado Rubén Darío Castro Gómez.

"Asumo mi responsabilidad en la ejecución extrajudicial de los jóvenes de Soacha en 2008. Y fue mi responsabilidad porque seguí impulsando las políticas impartidas por el comandante del Ejército Nacional, Mario Montoya, quien nos exigía y presionaba para incrementar los resultados en combate", agregó.

Otro testimonio señaló que incluso llegaron a decirles a las familias, preocupadas por sus parientes desaparecidos, que sus familiares se encontraban en una estructura de la guerrilla.

"En ningún momento nos había acercado tanto a la verdad y a la posibilidad de impartir justicia como esta audiencia de reconocimiento", dijo el magistrado Eduardo Cifuentes, presidente de la JEP.