Revelan llamada entre la mamá del presidente Duque y la integrante capturada de una red de corrupción
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Un nuevo capítulo comienza a escribirse sobre la mamá del presidente Duque, Juliana Márquez, y sus vínculos con la red de corrupción del senador Mario Castaño. (Ver: La investigación que vinculó a la mamá del presidente Duque y el alcalde de Armero con un escándalo de corrupción)
La revista de periodismo investigativo Cambio, liderada por Daniel Coronell, reveló una interceptación telefónica en la cual se demuestra que Márquez sostenía conversaciones con altos funcionarios del Gobierno Nacional para gestionar favores, y que la podrían someter a una investigación por el delito de tráfico de influencias de particular.
De acuerdo con el código penal, eso la haría acreedora de una pena de cuatro a ocho años de prisión y una multa de entre $100 y $200 millones. Esta es la historia.
Juliana Márquez estrechó hace años una relación amistosa con Nova Lorena Cañón, una relacionista pública que acabó escribiéndole noticias con el enfoque puesto en: la mamá del presidente Duque en las regiones, mientras repartía regalos y hacía donaciones por todo el país.
Lorena, sin embargo, tenía una doble vida. Era integrante de la red de corrupción del senador Mario Castaño (que se apropió de unos $43.000 millones) y usaba la cercanía que tenía con la mamá del presidente a su favor.
El plan funcionaba así: Márquez tenía muchos contactos en el Gobierno Nacional y tenía la capacidad de influir sobre ciertas decisiones contractuales. Nova Lorena le pedía ayuda con este o aquel contrato ante distintas entidades como, por ejemplo, el Ministerio de Salud.
A cambio, Nova Lorena y la red corrupta obtenían un porcentaje de ese contrato que acababan de conseguir, pues se trataba de dineros públicos que desembolsaba el Gobierno Nacional.
Fue así como facilitaron contratos del Estado en construcción de parques y alcantarillado, programas de educación y atención a la niñez, distribución de licores, pavimentación de vías terciarias, entre otros proyectos, en cuatro departamentos (el Tolima incluido).
Y así llegamos a la interceptación telefónica. En la llamada, Márquez y Nova Lorena discuten sobre gestiones ante la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad gubernamental que administra bienes incautados a narcotraficantes y otros delincuentes.
En este caso, estaban buscando viviendas en el Tolima para hacerlas parte de algún proyecto social de Márquez.
Nova Lorena: me dijo: Lorena, quiero que organicemos una reunión con el director de SAE porque si la señora Juliana que nos diga en qué ciudades quiere. Tenemos 28.000 inmubeles con los que podemos apoyarla.
Juliana Márquez: ¡Ay! ¡No, Dios mío!
NL: Entonces pensemos de pronto en el Tolima qué se puede hacer.
JM: ¿Qué pasó con lo del Tolima?
NL: Con lo del Tolima me dijo: acuérdese que no le hemos pedido ningún inmueble a él.
JM: No, ¿pero con lo de la Cruz Roja?
NL: Ah, están haciendo toda la consulta. La señora Luz de Soler también está pendiente. (...) La señora Luz tiene muy buen nexo con la Cruz Roja porque ella les presta las bodegas en Bogotá para que guarden las cosas. Entonces ella dijo: voy a organizarle una reunión. Usted viene y conectamos a la señora Juliana.
JM: Qué bien Lorena.
NL: Que le digamos qué ciudades necesitan inmuebles. Porque ellos tienen varios. En Guayabal tienen nueve. En Honda hay siete. En El Espinal hay 17.
En otro fragmento de la llamada, Nova Lorena aseguró que un viceministro (se desconoce su identidad y su cargo) los puede contactar con el director de la Dijin para que puedan donar cosas.
Nova Lorena: Me dijo que nos va a organizar con el director de la Dijin, porque con él pueden donar lo que quieran: ciclas, carros, lo que la señora Juliana pregunte, allá le pueden decir si lo hay o no lo hay.
Juliana Márquez: ¡Ay, qué maravilla, Lorena! Yo cómo le agradezco.
La llamada en sí no es comprometedora. Pero sí demuestra que Lorena le ayudaba a gestionar donaciones y –como lo dijo investigación del medio digital Vorágine– Márquez le facilitaba contactos en cualquier dependencia que necesitara para conseguir los contratos estatales.
Eso sí: Nova Lorena le ha dicho mil veces a las autoridades –ahora que fue capturada– que la mamá del presidente Duque no tenía ni idea de lo que ella hacía a sus espaldas y que, además, desconocía los dineros públicos que se repartía la red al obtener los millonarios contratos.
Lo cierto hasta ahora es que Juliana Márquez, como madre del presidente Iván Duque, no tiene fuero especial así que no puede ser investigada por la Corte Suprema de Justicia. Pasaría entonces a ser investigada por la Fiscalía General de la Nación, donde también tiene amigos y contactos.
“Ella puede estar tranquila. Si la Corte Suprema compulsa las copias para que la investiguen, el proceso quedará en manos de un subalterno del fiscal general Francisco Barbosa, quien le debe su nominación al presidente Iván Duque, su amigo y compañero de estudios”, concluyó Daniel Coronell.
