Procuraduría pide a la Fiscalía investigar presunta comercialización de mujeres wayúu
La Procuraduría General de la Nación denunciará ante la Fiscalía General los hechos que quedaron registrados en un video publicado en redes sociales, en donde Fabio Zuleta Díaz, director del programa radial “Buenas tardes con Fabio”, entrevista a un indígena guajiro sobre de la venta de tres tres mujeres de la etnia wayúu, entre ellas una joven virgen.
Así mismo, solicitará que se investigue lo que afirma el llamado ´palabrero´, serían prácticas ancestrales en varias regiones de La Guajira como Uribia, Maicao, Cabo de la Vela, Media Luna y Riohacha, sobre la comercialización de “chinitas”, como despectivamente se refieren a la mujeres wayúu.
Estas conductas pueden constituir el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y doméstica, en el que terceros se ponen de acuerdo para captar, trasladar y acoger mujeres wayúu, con el fin de entregarlas para fines sexuales y de servidumbre a cambio de dinero.
“Hechos como estos deben ser investigados y castigados penalmente, independientemente de que los involucrados en la comisión del delito sean hombres indígenas. Hechos como estos vulneran los derechos humanos de las mujeres, principalmente su dignidad, al ser tratadas como mercancía para la venta, atentando también contra su libertad e integridad sexual, su salud sexual y reproductiva”, advirtió el Procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez.
El alto funcionario también reveló que le solicitó al Ministerio de las TIC verificar si la emisora en donde emitió la entrevista Zuleta, tiene concesión y cumple todos los requisitos de ley para su funcionamiento.
"Hemos solicitado al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones verificar si desde el Sistema Cardenal de Valledupar, dónde Zuleta Díaz tiene una concesión, se está brindando una correcta y adecuada prestación del servicio, con apego a la Constitución y a la ley”, insistió el jefe del Ministerio Público.
Y agregó: “El atroz hecho que presenta el video, donde se acuerda cobrar hasta 5 millones de pesos por una mujer indígena, exhibe solamente una parte de la realidad que viven muchas niñas, adolescentes y mujeres en el país, sobre quienes los hombres han tomado el control para vender y comprar sus cuerpos en un macabro juego de oferta y demanda".