
Opositores comparan a Petro con Chávez por los actos simbólicos con la espada de Bolívar
El presidente Gustavo Petro anunció que desenvainará este jueves la espada de Simón Bolívar para dirigir su consulta popular.

Escrito por: Luis Eduardo González
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La escena no es nueva en América Latina, pero sí genera reacciones intensas. El presidente Gustavo Petro anunció que este 1.º de mayo, en el marco de las marchas convocadas por su Gobierno, volverá a exhibir la espada de Simón Bolívar, símbolo que ha utilizado en varias ocasiones desde su posesión en 2022.
Esta vez, el mandatario aseguró que el arma será “la guía del pueblo colombiano” en su propósito de revivir su reforma laboral a través de una consulta popular.
Comparaciones con Hugo Chávez
La oposición no tardó en responder. Dirigentes de partidos como el Centro Democrático y Cambio Radical divulgaron un video en el que comparan directamente al presidente colombiano con el fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez, quien también recurrió a la simbología de Bolívar para respaldar su narrativa política y consolidar su poder.
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En el video se contraponen dos momentos: el primero, registrado el 10 de febrero de 2010, muestra a Chávez desenvainando la espada de Bolívar en un acto público, entre gritos de “¡viva la revolución!”. El segundo fragmento exhibe al presidente Petro haciendo referencia al uso del arma en su más reciente alocución oficial.
“La reencarnación de Chávez en Colombia”, dijo la representante a la Cámara Carolina Arbeláez, líder de Cambio Radical.
El uso reiterado de la espada ha sido interpretado por críticos como una estrategia para reforzar la conexión emocional con sectores sociales y movimientos de base, pero también ha despertado preocupaciones sobre un posible culto a la personalidad y la instrumentalización de los símbolos patrios con fines partidistas.
El contexto no es menor. Petro llega al Día del Trabajo con varios reveses legislativos. La reforma laboral, pieza central de su agenda social, fue archivada en el Congreso por falta de consensos. Ante ese escenario, el presidente ha decidido radicar una consulta popular para intentar que sea el pueblo quien refrende las modificaciones que no prosperaron por vía institucional.
Las marchas del primero de mayo, respaldadas por sindicatos, organizaciones sociales e integrantes de la minga indígena, son vistas como una demostración de fuerza frente a un Legislativo que le ha cerrado la puerta en varias ocasiones.