Estudio reveló que la inseguridad afectaría la salud mental de los colombianos
La inseguridad estaría ocasionando problemas de salud mental en los colombianos, según reveló estudio del Laboratorio de Psicología Jurídica de la Universidad Nacional.
En la investigación se identificó que las personas de estratos bajos tienen más miedo a ser víctimas de algún delito dentro del hogar, mientras que las de estratos altos temen a delitos en el espacio público.
“Una sensación de peligro hace que las personas se refugien en sus casas antes de que sea de noche, o que incluso en el mismo hogar estén en alerta ante posibles asaltos o robos, en particular en viviendas que son vulnerables al acceso de intrusos”, explicó el coordinador del departamento de Psicología de la UNAL, José Ignacio Ruiz Pérez.
En el análisis “Es ‘una locura’ no priorizar la salud mental en Colombia”, publicado en el Periódico UNAL, se afirmó que tal situación hace que: “las personas traten de mejorar la seguridad de la vivienda, por lo que instalan alarmas o cerraduras más seguras o compran animales ‘bravos’ para cuidar el hogar”.
En los últimos años, la ciudadanía ha demostrado su inconformidad en relación con la eficacia del sistema judicial en el país, como la captura de delincuentes y la rapidez de reacción ante los llamados de auxilio.
Según un informe del DANE, realizado al inicio de este año, se identificaron los motivos que llevaron a la ciudadanía a no sentirse segura. El 81,2% hizo referencia a la existencia de delitos comunes, como robos y asaltos, mientras que el 68,5% mencionó que es poca la presencia de la Fuerza Pública en sus comunidades.
“Aunque muchos operativos llevan meses de preparación, recolección de pruebas judiciales y seguimientos para llegar a las capturas, la ciudadanía se guía en sus imágenes y representaciones sociales por las noticias sobre estas”, agregó Ruiz.
El miedo al crimen y su impacto en la salud mental
Para Ruiz, un efecto colateral del miedo al crimen puede ser, precisamente, generar aislamiento entre los vecinos por no saber en quién se puede confiar.
Además, señaló que, en ocasiones, el nivel de miedo al crimen manifestado en las encuestas también refleja sus preocupaciones o temores en otros órdenes de la vida.
“Las malas condiciones de la vivienda, la inseguridad alimentaria y la precariedad del empleo también generan temor al futuro y una percepción de poco control sobre la vida propia, todo lo cual se puede expresar –sin que nos demos cuenta– en nuestros miedos y preocupaciones frente al delito”, expresó.
En ese sentido, se puede necesitar la colaboración de diversos sectores; por ejemplo, la Policía puede informar sobre capturas para mostrar eficacia en la lucha contra el delito, y debe guardar un trato irrestricto en el respeto a los derechos humanos.
Respecto al ciudadano, se proponen estrategias como verificar la autenticidad de las noticias que circulan por redes sociales sobre asaltos u otras agresiones a personas –adultos o niños desaparecidos–, pues, en muchos casos, replicarlos genera una alarma social innecesaria porque no han ocurrido en Colombia o corresponden a otras épocas.
También, se aconseja mantener las actividades o rutinas cotidianas sin descuidar las conductas de seguridad, es decir, si usted sale al parque a practicar algún deporte o ejercicio y considera que su casa queda desprotegida, puede adaptar sus rutinas de ejercicio en el hogar, para seguir conservando su buen estado físico.
“Se trata de mantener las actividades, en lo posible aprendiendo y enseñando diferentes estrategias a otras personas. También puede reducir la sobreexposición a los noticieros y a los contenidos violentos de las pantallas, sin que esto signifique resignarse a vivir desinformado”, concluyó el coordinador.