Conozca cómo fortalecer las habilidades de aprendizaje de su hijo durante vacaciones
Llegaron las vacaciones escolares y con ellas el tiempo libre. Aquí le contamos qué actividades podrían desarrollar sus hijos para disfrutar de forma sana y educarse en el proceso.
Según la fonoaudióloga Angélica Mateus, magíster en Neurociencias de la Universidad Nacional, como padres, lo primero que se debe establecer es cuáles son las habilidades que más se les facilitan, y segundo, cuáles de estas deben reforzar.
Por ejemplo, “no se le entiende cuando habla”, “se le dificulta entender instrucciones o cuentos”, “se le dificulta aprender vocabulario”, “le cuesta interactuar con otros”, “omite partes de las oraciones o las dice al revés”, son algunas de las principales dificultades que presentan los niños y jóvenes en relación con el lenguaje oral.
Muchas de estas estrategias podrían ser adoptadas para los niños que incluso están en jardín y primaria. Se podría acompañarlos antes de dormir y leerles un cuento en el que participen de manera activa, así se podrá fortalecer la comprensión y expresión.
También se les pueden enseñar rimas y canciones y ayudarles a enfatizar en las palabras relevantes para que adquieran nuevo vocabulario. Estas son otras acciones que, incluso a través de herramientas tecnológicas, fácilmente pueden incorporar en sus rutinas diarias de esta temporada.
Una herramientas como los audiocuentos son insumos que trabajan muy bien la memoria auditiva, permitiendo que los padres puedan hacerles preguntas sobre lo que escuchan y que ellos puedan expresarse libremente, añade.
En cuanto a la lectura para niños menores de 5 años que hasta ahora están en el proceso de aprendizaje, es muy importante que aprendan a jugar con los sonidos.
Por ejemplo, se les puede preguntar: ¿qué palabra rima con campana?, ¿qué palabra empieza con el mismo sonido de foca: foto, taza, lupa?; yo te digo una palabra y tú me dices los sonidos: mar - m - a - r -; entre otras actividades son muy relevantes para que ellos identifiquen que las palabras se dividen por sonidos.
Estas son estrategias de conciencia fonológica que les ayudan en los procesos previos de aprendizaje de la lectura y la escritura. Además, los juegos de mesa, las películas y los videos también son buenos insumos para promover habilidades de lenguaje oral y escrito.
Entrenar en hábitos
Quizá la escritura es una de las habilidades que puede tomar mayor tiempo sin importar la edad. Desconocer el uso de algunos signos de puntuación; errores al segmentar las palabras y no saber cómo iniciar un texto, son las dificultades más frecuentes en este proceso.
Para ello, crear un hábito de escritura sin lugar a duda es de las principales acciones que, como padres, pueden alentar en los niños. Además, “ponerlos a escribir la lista del mercado, una carta, o algo similar que les permita comprender que la escritura va más allá del ámbito académico es una buena opción”, aporta la especialista en neuro-psicopedagogía.
También se les pueden suministrar palabras que les sirvan para elaborar un escrito creativo, e incluso hacer juegos con imágenes que sean insumos de referencia para que creen historias; así, poco a poco la escritura irá mejorando y estarán más motivados al escribir, porque lo verán como una habilidad que les permite interactuar con el mundo que los rodea.
Con respecto a las matemáticas, el reconocimiento y escritura de los números, el conteo, las operaciones matemáticas, la resolución de problemas, entre otras, son algunas de las dificultades que suelen presentarse.
“Se pueden aplicar estrategias que impliquen el conteo de objetos o sucesos de la vida cotidiana, desde contar granos de arroz o de frijol, así como verbalizar los pasos de una operación matemática y darles retroalimentación, es muy importante”, señala la experta.
El acompañamiento es clave
Para un niño el fortalecimiento de habilidades puede llegar a ser difícil en determinado punto, sin embargo, las vacaciones al generar menores niveles de estrés y angustia, porque ya no los están calificando todo el tiempo y midiendo con otros niños, es un tiempo valioso que como padres pueden utilizar de forma estratégica, empática y motivacional.
“Si yo quiero favorecer ciertas habilidades académicas en mi hija o en mi hijo, tengo que saber que ese cerebro aprende solo si hay emoción. Si su cerebro está motivado, va a aprender; por lo que cualquier actividad que se quiera incluir, debe tener ese componente”, señala la fonoaudióloga Mateus.
Por último, anota que “es importante saber que si como padres han identificado ciertas dificultades de lenguaje oral y escrito en su hijo o hija, y es fundamental asistir al servicio de fonoaudiología, pues una evaluación completa y a tiempo permitirá ayudar al menor en su proceso de aprendizaje escolar.