Cinco pueblos colombianos para conocer la historia y la arquitectura del país
23 de abril de 2025

Cinco pueblos colombianos para conocer la historia y la arquitectura del país

No deje pasar la oportunidad de descubrir estos municipios donde la historia, la arquitectura colonial y la belleza natural se combinan.

Autor
Escrito por: Natalia Reyes
Periodista
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En Colombia hay lugares que parecen detenidos en el tiempo. Pueblos que, con sus calles empedradas y casas coloniales, cuentan historias del pasado mientras ofrecen paisajes únicos a los visitantes.

Muchos de estos destinos están al alcance de todos, gracias a planes turísticos asequibles y opciones de vuelos económicos. A continuación, una selección de cinco pueblos que destacan por su historia y arquitectura, ideales para quienes quieren salir de la rutina por unos días.

Villa de Leyva: un viaje al pasado colonial

En el departamento de Boyacá, Villa de Leyva se posiciona como uno de los pueblos coloniales mejor preservados del país. Fundado en 1572, mantiene casi intacta su arquitectura original.

La Plaza Mayor — considerada una de las más grandes de América del Sur— es el centro neurálgico del municipio. Con casas coloniales blancas, tejados de barro y calles adoquinadas a su alrededor, este sitio es escenario de mercados artesanales y eventos culturales.

Además, Villa de Leyva cuenta con otros lugares imperdibles como el Museo Paleontológico y el Convento del Santo Ecce Homo, que aumentan las actividades para los visitantes.

Barichara: la joya de Santander

Ubicado en el departamento de Santander, Barichara es considerado por muchos como “el pueblo más bonito de Colombia”. Su estructura urbana conserva elementos típicos de la época colonial: fachadas blancas, techos de teja y calles empedradas.

Entre sus principales atractivos se destacan la Catedral de la Inmaculada Concepción, la Capilla de Santa Bárbara y el mirador de Barichara, donde se pueden apreciar vistas panorámicas del cañón del río Suárez.

Mompox: Patrimonio de la Humanidad

A orillas del río Magdalena, en Bolívar, Santa Cruz de Mompox fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundado en 1540, este municipio fue un punto clave en la historia colonial y la independencia del país.

Sus calles tranquilas y su arquitectura de influencia sevillana inspiraron a escritores como Gabriel García Márquez. La iglesia de Santa Bárbara, con su distintiva torre octogonal, es uno de los símbolos del pueblo, junto con las casas coloniales que conservan portones y balcones originales, son un reflejo de la riqueza cultural de la época colonial.

Salento: la puerta del Valle de Cocora

En el corazón del Eje Cafetero, Salento es mucho más que un destino turístico: es la entrada al Valle de Cocora, hogar de la palma de cera, árbol nacional de Colombia.

Su Calle Real, con fachadas de colores vivos, tiendas de artesanías y cafés tradicionales, es uno de los puntos más visitados. Además, las casas de bahareque y los balcones en madera hacen de este pueblo un lugar pintoresco y acogedor.

Guatapé: el pueblo de los zócalos

A menos de tres horas de Medellín, Guatapé se ha consolidado como uno de los destinos más visitados de Antioquia. Sus famosos zócalos —figuras en relieve que decoran las casas— narran escenas cotidianas, oficios y leyendas del pueblo.

La Piedra del Peñol, una formación rocosa de más de 200 metros de altura, ofrece una vista inigualable del embalse, a cambio del esfuerzo de subir sus más de 700 escalones.

Otros destinos que valen la pena conocer

Además de los cinco pueblos destacados, hay otros destinos que también combinan historia, arquitectura y tradición:

  • Jardín (Antioquia): rodeado de montañas, con una plaza central vibrante, casas coloridas y balcones floridos. Su Basílica Menor de la Inmaculada Concepción es uno de los íconos del municipio.
  • El Socorro (Santander): sus calles angostas, balcones antiguos y su catedral hacen del pueblo un museo al aire libre.
  • Honda (Tolima): conocida como la “Ciudad de los Puentes”, conserva su casco histórico con calles adoquinadas, casonas coloniales y más de 40 puentes que conectan distintos sectores urbanos.

Visitar estos pueblos no tiene por qué ser costoso. La planificación anticipada y viajar en temporada baja permiten acceder a mejores precios en transporte y hospedaje. Existen múltiples opciones para ajustar los gastos a distintos presupuestos sin sacrificar la experiencia.

Cada uno de estos pueblos representa una parte del alma de Colombia: su historia, su identidad y su relación con el territorio. Viajar a Villa de Leyva, Barichara, Mompox, Salento o Guatapé es más que una escapada: es una forma de entender el país desde sus raíces.

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