Tremendo susto se llevaron ciclistas de Ibagué en el Alto de Gualanday: se les atravesó una Boa
El entrenamiento habitual de un grupo de ciclistas aficionados de Ibagué se vio alterado por la presencia de una serpiente que apareció en la mitad de la vía.
Una boa constrictor, de poco más de un metro, atravesó la calzada e hizo detener el tráfico vehicular y el lote de ciclistas que descendía hacia él corregimiento de Gualanday.
El reptil estaba en la parte final del Alto de Gualanday, llegando a Buenos Aires, una zona cálida y donde habitan este tipo de especies.
Las boas constrictor no son venenosas y se alimentan de aves y mamíferos.
“Son serpientes de tamaños relativamente modestos, alcanzando longitudes de hasta tres metros; las hembras suelen ser más grandes que los machos. Tienen una dentición aglifa, es decir que los colmillos no tienen la capacidad de inyectar veneno, por lo tanto no son venenosas; matan a su presa por asfixia mediante constricción. Su comportamiento de caza es principalmente de acecho, pero también pueden capturar sus presas de forma activa. Su dieta consiste en mamíferos medianos, reptiles y aves. Viven en troncos huecos y madrigueras abandonadas, y también pueden ser vistas nadando”, dice un documento de la Universidad Nacional sobre este tipo de serpientes.