
Renacen los árboles del Centenario: un símbolo de resistencia en medio del abandono municipal
A pesar de la tala, algunos samanes han rebrotado gracias al esfuerzo ciudadano, pero los problemas en el sector persisten.

Escrito por: Natalia Reyes
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Hace tres años, la tala de cinco imponentes samanes en el Parque Centenario de Ibagué desató indignación y protestas. (Ver: Activistas conmemoraron la tala de los cinco samanes en el Centenario)
La ciudadanía expresó su rechazo por lo que consideraron un atentado contra el patrimonio ambiental de la ciudad. Sin embargo, hoy la naturaleza ha demostrado su resiliencia: algunos de estos árboles han vuelto a brotar.
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Las primeras hojas verdes que emergen de los troncos talados no son un milagro espontáneo. Según Camila Reyes, integrante del colectivo Cuidadores del Centenario, este renacer es el resultado del esfuerzo ciudadano.
“El renacimiento de los samanes es debido a un esfuerzo grandísimo que hicieron desde la Veeduría Ciudadana Cuidadores del Parque Centenario. Ellos recaudaron unos recursos para poder aplicar un líquido que permitía que los árboles se recuperaran. Debido a eso, es que algunos de los árboles talados se han venido recuperando y han rebrotado”, indicó Reyes.
Y agregó: “pero no se hizo con todos y algunos de ellos no tuvieron ningún cuidado posterior a la tala. Así que se han quedado ahí completamente estancados, adicional del problema grande que hay de seguridad a nivel de andenes y de espacio público, que ya han presentado accidentes de varios ciudadanos en Ibagué, tanto niños como mujeres”.
Asimismo, Andrés Duque, ingeniero forestal de la Universidad del Tolima, explicó que el samán es una especie de árbol de gran importancia ecológica y cultural. Su adaptabilidad y resistencia ha permitido que algunos de los árboles sigan en pie, a pesar de las adversidades.
“El árbol samán hace parte de la familia de las Fabaceae. Es un árbol que culturalmente se ha relacionado con la zona torrentosa, la zona lluviosa, de raíces que se adaptan a lo que encuentren a su paso. A pesar del paso de los años y de la construcción sobre ellos, han podido sobrevivir”, expresó Duque.
Un problema que persiste: el hueco y la inseguridad en el parque
Un problema que permanece latente en el parque es un hueco que pone en riesgo a quienes transitan por la zona.
La denuncia, que ya ha sido reiterada por vecinos y visitantes del sector, refleja el deterioro del espacio público y la falta de atención por parte de la Administración Municipal.
“Peligrosísimo, terrible ese hueco. Qué lástima que no le hayan prestado atención a eso. Pensé que iba a ser mejor gobierno esta señora, pero mire cómo está eso. Estamos es acabados con las calles y huecos con un berraco, y esto que está tan peligroso”, dijo Joaquín Díaz, habitante de la ciudad.
Incluso para quienes circulan con niños, el riesgo es aún mayor. “Paso todos los días con mi bebé en el coche. Ese hueco es demasiado peligroso. La administración debe ponerse la mano en el corazón y pensar en quienes transitamos por aquí”, aseveró una vecina del sector.
El renacimiento parcial de los samanes ofrece una luz de esperanza en medio del abandono municipal. Mientras el Centenario intenta recuperar su esencia, sus habitantes piden que se atiendan los problemas estructurales y se actúe con responsabilidad frente al mantenimiento del espacio público, porque así como los árboles pueden renacer con voluntad colectiva, la ciudad también puede florecer si se la cuida con compromiso.