Tres congéneres sesentones deambulan por sedes políticas, clubes sociales e instituciones académicas de Bogotá y el departamento del Tolima, buscando un pupilo, o pupila, que les acepte la nominación como candidato (a) a la Gobernación del Tolima. Huérfanos del poder departamental y ante la tragedia que les impide a cada uno de ellos ser en cuerpo propio candidato en las elecciones del próximo mes de octubre, buscan en cuerpo ajeno a quien con alguna opción de triunfo les brinde una posibilidad de cogobernar. Nada más expresivo de su estado de necesidad, que la foto que circula como comidilla en las redes sociales, en la cual la cara sonriente y de picardía no alcanza a ocultar la preocupante situación que los embarga. Los tres, han sido protagonistas de la vida política departamental y nacional durante más de 30 años. Emilio Martínez Rosales, fue Representante a la Cámara, presidente de esa corporación y líder visible de su partido Cambio Radical. Carlos García Orjuela, fue Representante a la Cámara, Senador de la República, presidente del Senado y presidente del partido de Unidad Nacional. Mauricio Jaramillo Martínez, fue varias veces Senador, jefe del Partido Liberal en el Tolima y Secretario General del mismo partido a nivel nacional. Pero así como la gloria y el poder les ha sonreído, y hasta los ha embriagado, el infortunio los cobija hoy. García, fue capturado siendo presidente del Congreso, justo cuando se aprestaba a asistir a la boda de uno de los hijos del Presidente de la República de la época, Álvaro Uribe Vélez. Aunque fue procesado judicialmente por paramilitarismo, la insuperable duda jugó a su favor. Emilio, fue capturado, recluido en prisión y condenado por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, como responsable de malos manejos del erario cuando ejerció como Presidente de la Cámara de Representantes. No volvió a la cárcel al ser condenado, gracias a la degradación del delito que le hizo la Corte, la que después de acusarlo por peculado doloso, terminó condenándolo por peculado culposo (ver sentencia), lo que hizo la pena excarcelable. Mauricio Jaramillo, ha afrontado sindicaciones por varios delitos y aún está en la lupa de la fiscalía por sus controvertidas actuaciones como constructor, beneficiario directo de Cortolima y de los contratistas de las obras por los fallidos Juegos Deportivos Nacionales. Pareciera que la fatalidad los persiguiera y fuera un aliciente adicional para mantenerse unidos. Ninguno de los tres puede ser candidato a la Gobernación en las elecciones de octubre. Emilio, porque su condena como autor de delitos contra el erario, le produjo la inhabilidad pública a perpetuidad. García, porque su hermano Jorge es el actual Alcalde de Icononzo y esto lo inhabilita. Y Mauricio, porque igual que García, su hermano Guillermo Alfonso es Alcalde de Ibagué, hecho que en igual sentido lo inhabilita. Como si vivieran una escena de la tragedia griega, los personajes de esta historia al parecer encontraron su corifeo, en quien confían para salir de la terrible orfandad: Rosmery Martínez, la otra hermana del integrante del trío.