La sospechosa visita del exdirector del Imdri al Parque Deportivo

Reapareció el exgerente del Imdri, Carlos Heberto Ángel, tal vez el exfuncionario más investigado de la administración del exalcalde Luis H. Rodríguez. Y lo hizo de una manera, para muchos, demasiado sospechosa.

Ángel arribó este lunes, a las 5:00 de la tarde, a las instalaciones del demolido Parque Deportivo de Ibagué, donde dialogó durante varios minutos con los contratistas responsables de la debacle de los Juegos Deportivos Nacionales, los mismos a los que nunca sancionó por los retrasos en la ejecución del proyecto y que, por el contrario, favoreció ampliándoles los plazos para la culminación de las obras. (Ver: Coldeportes retira financiación de seis escenarios del Parque Deportivo)

Según quedó registrado en la minuta de la empresa de vigilancia, (Ver documento) el exgerente del Imdri ingresó al Parque Deportivo en compañía del ingeniero Mauricio Campos, quien fue designado por el Imdri como supervisor de los cuestionados estudios y diseños que adelantó la firma Typsa, por $11.500 millones, y que están siendo investigados por la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía.

Ángel y Campos accedieron al sitio de las obras autorizados por el también ingeniero Raúl Pachón, de la Unión Temporal Parque Deportivo 2015, reportó la empresa de vigilancia. (Ver: Contratista del Parque Deportivo pide suspender las obras)

Una fuente de ELOLFATO.COM suministró varias fotografías en las que se observa al exgerente del Imdri conversando con los contratistas en diferentes sectores del Parque. Después, se dirigieron hasta una carpa donde continuaron el diálogo y hasta compartieron un refresco. (Ver: Contratista del Parque Deportivo recibió $25 mil millones por obras inconclusas)

La visita sorpresa de Carlos Heberto Ángel se suma a una serie de hechos extraños que vienen ocurriendo el Imdri durante este año.

Hace una semana, un excontratista fue sorprendido intentado extraer documentos públicos del Instituto por lo cual la nueva directora, Diana Ximena Cepeda, debió reforzar la vigilancia e instalar cámaras de seguridad para custodiar la sede administrativa del Imdri, donde reposa la documentación del más oscuro capítulo de la contratación pública de Ibagué.