La huella imborrable de un maestro en la persona y en la familia
Pregunto: ¿Quién no recuerda el/la primer/ra profesor/a que tuvo?
En todas las generaciones y décadas pasadas nuestros padres y los que somos padres nos dimos la tarea de buscar un jardín, preescolar, escuela o colegio para la educación de la prole. Planteles educativos con las condiciones aptas para recibir estudiantes de todas las edades.
Pero quien le dio el realce y toda la importancia a este proceso de la educación fue el primer maestro y todos aquellos profesores que pasaron por nuestras vidas dejando huellas positivas (algunas negativas).
Pudiera escribir un libro con todas las experiencias, enseñanzas y anécdotas que viví con mis profesoras y las que recibí de los profesores de mis hijos, las cuales aún veo reflejadas en ellos y en mi hogar. Vale la pena que todos los maestros, educadores, profesores y docentes se pregunten: ¿cuál es la huella que he dejado y que estoy dejando en todos los alumnos y familias a través de mi ejercicio profesional?
Igualmente, he escuchado con frecuencia de padres —en reuniones sociales y familiares—, cómo los profesores que tienen sus hijos son una gran influencia para ellos, (para bien o para mal), dejando una marca imborrable en su conducta, en lo académico y hasta en lo afectivo.
Por eso quiero felicitar a todos los maestros de Colombia y aprovechar para resaltar el excelente papel que desempeñan en su quehacer educativo y en la construcción de país. También hago un llamado de atención a los docentes que con sus errores y desaciertos han perjudicado a sus estudiantes y comunidades educativas.
Ante todo, es significativo recordar un maestro porque:
- Le entrega lo mejor de sí a sus alumnos y no espera nada a cambio.
- Conoce, respeta y admira a cada alumno como ser único e irrepetible.
- Enseña con coherencia, estilo y unidad de vida.
- Te levanta cuando te caes y te extiende la mano.
- Con su gran paciencia logra explicarte una y otra vez.
- Camina por la misma ruta de la familia y los apoya incondicionalmente.
- Te enseña a creer en ti mismo.
- Por encima de todo, te lleva a vivir los valores, cueste lo que cueste.
- Te educa en la libertad y para la libertad.
- Te enseña que la vida es hermosa y hay que saberla vivir.
- Ejerce su autoridad con humildad, prudencia, respeto y cariño.
- Siempre busca el bien para su alumno.
- Vive su profesión con vocación.
- No solo educa, también forma, va al corazón y alma de sus estudiantes.
Finalizo y remito a todos los educadores de manera especial a Víctor García Hoz, pedagogo español que propuso una nueva metodología docente, hoy en práctica en España y en varios países más del mundo, llamada EDUCACIÓN PERSONALIZADA; tratando, conociendo, formando y sacando el talento de cada estudiante. De esta forma podrán dejar esa la huella imborrable en cada uno de nosotros.
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