En firme multa de $117 millones y cuatro años de cárcel contra exalcalde de Alvarado por corrupto
Hasta la Corte Suprema de Justicia llegó un caso de corrupción electoral que tiene en líos jurídicos a Pablo Emilio López Trujillo, exalcalde de Alvarado, por culpa de unos bultos de cemento.
El Tribunal Superior de Ibagué lo había condenado en 2020 a pagar cuatro años de prisión y una multa de 133 salarios mínimos mensuales vigentes que, para la época, eran $117 millones. Una dura sanción que no había sido del agrado del exalcalde López, quien a través de un abogado solicitó que el caso fuera revisado por un alto magistrado para demostrar su inocencia y anular la condena. Él argumentaba que la justicia se había equivocado.
Sin embargo, el intento por librarse de este castigo no salió como él esperaba, pues la Corte Suprema de Justicia tras estudiar el expediente, no admitió la demanda y dejó en firme la condena.
Los hechos que salpican al exmandatario ocurrieron en diciembre de 2014, cuando aún no había llegado al poder y fungía como otro candidato más a la Alcaldía de Alvarado. Todo parece indicar que López le prometió unos bultos de cemento a una mujer que encontró en el parque principal a cambio de que votara por él.
“En diciembre de 2014, en Alvarado, Pablo Emilio López, entonces candidato a la Alcaldía para el periodo 2016 - 2019, prometió y entregó como dádiva a Adela Montoya España (quien se encontraba habilitada para sufragar en dichos comicios) varios bultos de cemento para que votara por él”, manifestó el Tribunal Superior de Ibagué en la sentencia condenatoria de 2020.
El caso fue debidamente denunciado por ella y estuvo en manos de la Fiscal 38 Seccional de Administración Pública y el Juzgado Cuarto Penal del Circuito de Ibagué, luego pasó a segunda instancia a la Sala Penal del Tribunal Superior de Ibagué y estuvo por último en los despachos de la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia.
Todos lo culparon por el delito de corrupción al sufragante, sin embargo, la defensa del exalcalde insistió en su inocencia. ¿Por qué?
En primer lugar, argumentó que Adela Montoya España, la mujer que se encontró en el parque, faltó a la verdad y rindió testimonios falsos que incriminaban al exmandatario.
Además, aseguró que no se tuvieron en cuenta plenamente a sus tres testigos, cuyas versiones distan completamente de lo dicho por la mujer. Es decir, aseguran que no hubo ningún ofrecimiento ilícito, ni bultos de cemento ni corrupción. Alguna de las partes, entonces, estaba mintiendo.
“Un error improcedente al omitir o no dar suficiente importancia a los testimonios que contradicen directamente el de la señora Adela Montoya, y que generan fuertes discrepancias espacio-temporales a la hora de determinar los hechos materia de estudio (...) Así las cosas, se solicitó a la Corte absolver a López Trujillo ante la existencia de una duda razonable cimentada en las evidentes contradicciones en que incurrieron los testigos”, dijo la Corte Suprema, citando a la defensa del exalcalde.
Sin embargo, esos tres testigos fueron Andrés Ureña Ovalle, jefe de campaña del exalcalde, Martha del Carmen Rivera Dávila y Luz Mary Lerma, allegados también a su campaña.
“Dada su condición de amigos del acusado, resulta pertinente recordar cómo la jurisprudencia ha señalado en relación con el testimonio rendido por quienes tienen este tipo de vínculos especiales con el incriminado, que sus intervenciones se deben sopesar con especial escrutinio en tanto por esa misma situación y la solidaridad derivada de allí, despiertan un hálito de sospecha y parcialidad en su versión por su comprensible tendencia a favorecerlo”, manifestó el Tribunal Superior de Ibagué. Y la Corte Suprema le dio la razón.
“Un particular interés por desacreditar la información brindada por la señora Adela Montoya España, respecto del ánimo corrupto emprendido por el implicado para que sufragara por él a cambio de una dádiva”, aseveró el Alto Tribunal, quien además señaló otras inconsistencias halladas en los testimonios rendidos por los tres testigos del exalcalde.
Fue por estas circunstancias que esta telenovela judicial llegó a su fin con la confirmación de la condena por parte de la Corte Suprema de Justicia, dejando en firme la multa, la privación de la libertad y la inhabilidad para ejercer cargos públicos por cuatro años a Pablo Emilio López Trujillo. Los bultos de cemento más caros de la historia.