Con una tutela, un schnauzer logró acceder a un medicamento para la epilepsia que es controlado por el Estado

Clifor, un perro de raza schnauzer, de 15 años, es el protagonista de un fallo de tutela que lo reconoce como integrante de una familia ibaguereña, con derechos, y, que, además debe recibir un medicamento controlado por el Estado para sus ataques de epilepsia idiopática. (Ver tutela)

A raíz de la crisis del COVID-19, Lina Sofía Lozano y su mascota no pudieron acceder al fármaco Fenobarbital, debido a que el Fondo Rotatorio de Estupefacientes de la Secretaría de Salud del Tolima no tiene vigente el convenio con el Fondo Nacional de Estupefaciente, proveedor de esta sustancia, por una deuda atrasada que tiene el ente territorial. 

La obligación pendiente, desde hace un año, es de $6.135.000. Por esta razón “se suspendió el suministro de medicamentos”, explicó el Fondo Nacional de Estupefacientes.

Antes de la pandemia, Lozano compraba fácilmente a este medicamento en el Fondo Rotatorio de Estupefacientes del Tolima, cuyo valor es de $5.800 (una caja de 30 pastillas), dijo el abogado Enrique Arango, defensor de los tutelantes. 

Ante esta situación, emprendieron una lucha jurídica argumentando que Clifor es considerado un “hermano” y que su núcleo familiar está conformado “por tres personas y un animal; siendo esta la base fundamental de su vida”.

Y con la tutela exigieron que: “en el término máximo de 48 horas, tomen las medidas necesarias con el fin de que Lina Sofía Lozano Cárdenas pueda adquirir el Fenobarbital que requiere su miembro de la familia Clifor, para salvar su vida y poder vivir sin sufrimiento y con dignidad”.

Los argumentos fueron aceptados por el Juzgado Primero Penal del Circuito, que en un fallo de tutela ordenó la entrega inmediata del medicamento. 

No sin antes advertir que: “Esa situación, vulnera los derechos fundamentales de preservación de la unidad familiar de la señora Lina Sofía Lozano Cárdenas, pues la pone en riesgo, habida cuenta que la mascota Clifor, hace parte de dicha familia, al evidenciarse el apego emocional de los miembros de la familia con el perro, con lo que esa situación fáctica, se encuadra en el concepto de familia diversa que evoluciona a un concepto sociológicamente ya aceptado y es el de la familia multiespecie, que considera que los animales en un entorno familiar cumplen funciones importantes y definidas en dicho ámbito, razón por la cual, debe tenerse una especial consideración con ellos”.

Y añadió: “Incluso en un alcance hermenéutico más ortodoxo, la Corte Constitucional ha señalado que el derecho a tener una mascota, hace parte del derecho del libre desarrollo de la personalidad y de la intimidad familiar, por lo que consecuencialmente el Estado tiene la obligación de proporcionar los medios que permitan a sus dueños garantizar su protección y cuidado, situación que en este caso se maximiza, pues es el Estado el que ejerce el monopolio del suministro del medicamento y por tanto debe garantizar su acceso y disponibilidad”.

Y sobre los derechos de Clifor, resaltó el Juzgado que se “vulnera el derecho que tiene la mascota Clifor de acceder al suministro del medicamento ordenado por el médico tratante, pues la falta de acceso al mismo, mengua su expectativa de vida, y lo pone en un grave riesgo para su salud, lo que podría generar inminentes afectaciones, e incluso poner en riesgo su vida”.

El abogado Arango dijo que la Secretaría de Salud del Tolima obtuvo el medicamento con otro ente territorial y ya se lo proporcionaron a Lina Sofía. 

Aclaró que su tutela no abre un boquete al sistema de salud, sino que buscaba el suministro de un medicamento de bajo costo, controlado por el Estado, importante para garantizar la calidad de vida de Clifor. 

“Nosotros no estábamos pidiendo que nos regalaran algo. Esto es un gran avance que no amenaza el sistema de salud, ni siquiera el sistema de salud es el accionado acá”, concluyó.